
Los jugadores del Kansas City se despertaron en Lima, Perú el 11 de septiembre. La víspera seguramente se fueron a dormir memorizando la táctica para ganarle al Sporting Cristal o ponderando si les quedaría tiempo de ir a Machu Pichu. Pero ese día los esperaba un amanecer rudo o como dicen ellos “Rude Awakening”.
“Prende la televisión” fue la llamada que uno a uno los fue despertando. A 5’864 kilometros de distancia el estupor, el pánico y la impotencia fueron los mismos de los que lo sufrían en Nueva York. La civilización occidental se derrumbaba ante sus ojos y ellos tenían un partido por jugar de la… Copa Merconorte.
¿La recuerda? Esa que fundara la Conmebol en 1998; aquella que congregaba a Venezuela, Ecuador, Perú, Colombia y Bolivia; la hermana fea de la Copa Mercosur; la que ganaron América, Nacional y Millonarios; la abuelita de la Copa Sudamericana. Para darle más relieve, se invitaba a equipos gringos; vaqueros aventureros en tierras inhospitas y lejanas, aspirando a la gloria suramericana.
¿Se imagina? Varios jugadores tenían familia y amigos en Manhattan. Pondere por un momento la angustia y la impotencia. Piense en lo inocuo que debía resultar jugar contra el Sporting Cristal. Bajo los escombros se debatían vidas humanas por sobrevivir y usted en Lima, Perú jugando fútbol.
Tony Meola, arquero mundialista, recuerda que un sector de los jugadores no querían saber nada de ningún partido. No obstante, el cuerpo técnico consideró que jugar sería una manera de honrar (?) a las víctimas o inclusive de distraerse; cada uno le daba sentido a su manera al drama de una nación herida.
La Conmebol, en una falta de tacto y sentido común propias del dirigente sudamericano, decidió jugar el partido. Septiembre 12, Estadio Alberto Gallardo de Lima, Sporting Cristal vs Kansas City. El homenaje a las víctimas terminó siendo una derrota 2-1.
Tony Meola es el día que se arrepiente por la falta de rebeldía que tuvieron ese día. Por seguir como ovejas obedientes los designios del cuerpo técnico y la cruel Conmebol.
“Fuimos el único equipo de deportes norteamericano en el mundo que jugó un partido el día despúes del 11 de septiembre. Es el remordimiento más grande que cargo de mi carrera; haber jugado ese partido y no haber defendido aquello en lo que creía.”
Estaba jugando por la gloria de la Copa Merconorte...
Para más citas de los jugadores y cuerpo técnico sobre el episodio: https://www.mlssoccer.com/post/2015/09/11/vault-untold-story-kansas-city-wizards-match-day-after-911
“Prende la televisión” fue la llamada que uno a uno los fue despertando. A 5’864 kilometros de distancia el estupor, el pánico y la impotencia fueron los mismos de los que lo sufrían en Nueva York. La civilización occidental se derrumbaba ante sus ojos y ellos tenían un partido por jugar de la… Copa Merconorte.
¿La recuerda? Esa que fundara la Conmebol en 1998; aquella que congregaba a Venezuela, Ecuador, Perú, Colombia y Bolivia; la hermana fea de la Copa Mercosur; la que ganaron América, Nacional y Millonarios; la abuelita de la Copa Sudamericana. Para darle más relieve, se invitaba a equipos gringos; vaqueros aventureros en tierras inhospitas y lejanas, aspirando a la gloria suramericana.
¿Se imagina? Varios jugadores tenían familia y amigos en Manhattan. Pondere por un momento la angustia y la impotencia. Piense en lo inocuo que debía resultar jugar contra el Sporting Cristal. Bajo los escombros se debatían vidas humanas por sobrevivir y usted en Lima, Perú jugando fútbol.
Tony Meola, arquero mundialista, recuerda que un sector de los jugadores no querían saber nada de ningún partido. No obstante, el cuerpo técnico consideró que jugar sería una manera de honrar (?) a las víctimas o inclusive de distraerse; cada uno le daba sentido a su manera al drama de una nación herida.
La Conmebol, en una falta de tacto y sentido común propias del dirigente sudamericano, decidió jugar el partido. Septiembre 12, Estadio Alberto Gallardo de Lima, Sporting Cristal vs Kansas City. El homenaje a las víctimas terminó siendo una derrota 2-1.
Tony Meola es el día que se arrepiente por la falta de rebeldía que tuvieron ese día. Por seguir como ovejas obedientes los designios del cuerpo técnico y la cruel Conmebol.
“Fuimos el único equipo de deportes norteamericano en el mundo que jugó un partido el día despúes del 11 de septiembre. Es el remordimiento más grande que cargo de mi carrera; haber jugado ese partido y no haber defendido aquello en lo que creía.”
Estaba jugando por la gloria de la Copa Merconorte...
Para más citas de los jugadores y cuerpo técnico sobre el episodio: https://www.mlssoccer.com/post/2015/09/11/vault-untold-story-kansas-city-wizards-match-day-after-911