
Nos encontramos en una época del fútbol en la que las lesiones de ligamento cruzado son cada vez más comunes, y vemos que, aunque complejas, un jugador que la sufre alberga la esperanza de volver a las canchas y recuperarse; este, no fue el caso de esta leyenda colombiana.
Cuando tenía toda una carrera por delante, la rodilla del gran Alejandro Brand crujió, y sus ligamentos se rompieron,.El paisa de nacimiento, pero capitalino de corazón, vería truncada una carrera que, sin embargo, y con el poco tiempo que alcanzó a deleitar a sus aficionados, le alcanzó para meterse en la longeva historia de un club como Millonarios.
Brand, llegó un martes a la casa azul, siendo apenas un chico, debutó ese mismo domingo, en aquella ocasión la afición iba a ver las atajadas del mejor portero de Sudamérica, un tal Amadeo Carrizo, sin embargo, se sorprenderían con aquel desconocido, tanto, que jamás olvidarían su nombre.
En pocas palabras, cuentan los que saben, era un jugador completo, inteligente y virtuoso con el balón, de esos que ponía un pase al vacío con ninguno pero también hacía goles, y muchos, pues fueron 91 los que anotó en su único equipo, superando las marcas de muchas de las grandes leyendas azules.
En los setentas, una tripleta de antología llenaba de éxtasis las miradas futboleras de aquel entonces, un joven llamado Willington Ortiz, junto a Jaime Morón y el propio Brand, conformaron una delantera que cualquier defensa hubiera querido evitar.
Alejandro no tuvo la suerte de contar con los médicos de Europa que recuperaron a Falcao, Pepe, Jesé, entre otros, y de su lesión no se pudo recuperar, sin embargo, es de esas estrellas que brilló en tan poco tiempo con una intensidad tan fuerte que dejó su huella en las más exquisitas pupilas del fútbol.
Más que un ídolo de un club en particular, fue una estrella nacional, quien para algunos quedaría dentro del selecto grupo de los mejores de la historia del fútbol colombiano.
Cuando tenía toda una carrera por delante, la rodilla del gran Alejandro Brand crujió, y sus ligamentos se rompieron,.El paisa de nacimiento, pero capitalino de corazón, vería truncada una carrera que, sin embargo, y con el poco tiempo que alcanzó a deleitar a sus aficionados, le alcanzó para meterse en la longeva historia de un club como Millonarios.
Brand, llegó un martes a la casa azul, siendo apenas un chico, debutó ese mismo domingo, en aquella ocasión la afición iba a ver las atajadas del mejor portero de Sudamérica, un tal Amadeo Carrizo, sin embargo, se sorprenderían con aquel desconocido, tanto, que jamás olvidarían su nombre.
En pocas palabras, cuentan los que saben, era un jugador completo, inteligente y virtuoso con el balón, de esos que ponía un pase al vacío con ninguno pero también hacía goles, y muchos, pues fueron 91 los que anotó en su único equipo, superando las marcas de muchas de las grandes leyendas azules.
En los setentas, una tripleta de antología llenaba de éxtasis las miradas futboleras de aquel entonces, un joven llamado Willington Ortiz, junto a Jaime Morón y el propio Brand, conformaron una delantera que cualquier defensa hubiera querido evitar.
Alejandro no tuvo la suerte de contar con los médicos de Europa que recuperaron a Falcao, Pepe, Jesé, entre otros, y de su lesión no se pudo recuperar, sin embargo, es de esas estrellas que brilló en tan poco tiempo con una intensidad tan fuerte que dejó su huella en las más exquisitas pupilas del fútbol.
Más que un ídolo de un club en particular, fue una estrella nacional, quien para algunos quedaría dentro del selecto grupo de los mejores de la historia del fútbol colombiano.