
¿Sabe usted cuantos penaltis fueron cobrados antes de que Antonin se atreviera a pegarle así? Cientos de miles. Probablemente millones. ¿Cientos de millones?
Pero ese 20 de junio de 1976 Antonin Panenka la tenía clara. Iba a pensar diferente; ante el mejor arquero del mundo cambiaría un paradigma; demostraría como una mezcla de osadía, rebeldía y creatividad pueden cambiar el rumbo de la historia.
Final de la Eurocopa de 1976. Checoslovaquia, revelación, se enfrentaba a la toda poderosa Alemania. No era cualquier equipo teutón; era Beckembauer, Sepp Maier, Berti Voghts, Uli Hoeness; era la pesada. Tras un partido épico, luchado, guerreado que terminó 2-2 se fueron a los penalties.
Los primeros siete cobros fueron convertidos. Hasta que Uli Hoeness, por Alemania, erró. Si Panenka lo metía, Checoslovaquia era campeón.
Es toda la belleza de esta historia. Antonin Panenka, en el momento más importante de su vida, frente al mejor arquero del mundo, decidió pensar de manera diferente. Antonin le dió la espalda a los cientos de millones de penaltis que fueron cobrados antes. Decidió que, ese día, lo haría a su manera.
Durante dos años visualizó ese cobro: Si lo tiro al centro englobado, ningún arquero en el mundo se atreve a quedarse parado, porque nadie hace eso. Sus compañeros y técnico se enteraron; no creían en él; le imploraron que no le pegara así.
Bueno, Antonin se armó de coraje, de rebeldía y osadía; un cobro transgresor, liberador, ganador; revolucionario. Gol. Checoslovaquia campeón. De la Eurocopa.
Piénselo. Si, usted que llegó hasta el final del escrito. Dese la chance de pensar a lo “Panenka”. Esto aplica para la vida. Cuando sienta que el rebaño está haciendo las cosas mal, no se una a él; piense diferente.
Piense a lo “Panenka”. Pinceladas de Fútbol piensa a lo "Panenka". Por eso es que vamos a cambiar el periodismo deportivo en Colombia. Pensando a lo "Panenka".
Pero ese 20 de junio de 1976 Antonin Panenka la tenía clara. Iba a pensar diferente; ante el mejor arquero del mundo cambiaría un paradigma; demostraría como una mezcla de osadía, rebeldía y creatividad pueden cambiar el rumbo de la historia.
Final de la Eurocopa de 1976. Checoslovaquia, revelación, se enfrentaba a la toda poderosa Alemania. No era cualquier equipo teutón; era Beckembauer, Sepp Maier, Berti Voghts, Uli Hoeness; era la pesada. Tras un partido épico, luchado, guerreado que terminó 2-2 se fueron a los penalties.
Los primeros siete cobros fueron convertidos. Hasta que Uli Hoeness, por Alemania, erró. Si Panenka lo metía, Checoslovaquia era campeón.
Es toda la belleza de esta historia. Antonin Panenka, en el momento más importante de su vida, frente al mejor arquero del mundo, decidió pensar de manera diferente. Antonin le dió la espalda a los cientos de millones de penaltis que fueron cobrados antes. Decidió que, ese día, lo haría a su manera.
Durante dos años visualizó ese cobro: Si lo tiro al centro englobado, ningún arquero en el mundo se atreve a quedarse parado, porque nadie hace eso. Sus compañeros y técnico se enteraron; no creían en él; le imploraron que no le pegara así.
Bueno, Antonin se armó de coraje, de rebeldía y osadía; un cobro transgresor, liberador, ganador; revolucionario. Gol. Checoslovaquia campeón. De la Eurocopa.
Piénselo. Si, usted que llegó hasta el final del escrito. Dese la chance de pensar a lo “Panenka”. Esto aplica para la vida. Cuando sienta que el rebaño está haciendo las cosas mal, no se una a él; piense diferente.
Piense a lo “Panenka”. Pinceladas de Fútbol piensa a lo "Panenka". Por eso es que vamos a cambiar el periodismo deportivo en Colombia. Pensando a lo "Panenka".