
El fútbol, en sus inicios por allá en 1860, se regía por un peculiar sistema táctico que caricaturalmente vamos a denominar 1-9: un defensa y ocho atacantes. Era un deporte anárquico, de drible loco y trepidante; todos atacan, todos defienden. ¿Trabajo en equipo? Nada.
Con el tiempo, el juego fue entendido de manera más racional, distribuyendo mejor los roles en el campo. Esto llevó al sistema 2-3-5: dos centrales, tres mediocampistas y cinco delanteros popularizado en la década de 1900.
Se volvió el sistema por excelencia en Inglaterra y copiado por las naciones que poco a poco iban apropiándose el fútbol, reflejando la visión inicial del fútbol ultra ofensiva.
No obstante, la regla del fuera de juego de entonces era perversa. En efecto, permitía el pase hacía adelante siempre y cuando hubiese 3 jugadores del equipo contrario entre el receptor y la portería contraria. Ya que todos jugaban con dos defensas (2-3-5), bastaba con que uno se adelantara y dejara en fuera de juego a la delantera rival.
El fútbol entró en crisis: ya no había casi goles. Las defensas tenían tan perfeccionado el fuera de lugar que los partidos se volvieron un deporte de estrategia a ver quién aplicaba mejor la trampa del offside.
Las autoridades cambian en 1926 la regla del fuera de lugar, para corregir este abuso. Ahora permitía el pase hacía adelante siempre que hubiese 2 jugadores del equipo contrario entre el receptor y la portería contraria, incluyendo al portero.
Esto cambió todo. El juego ofensivo se liberó; los delanteros tenían más movilidad y espacio. La táctica tenía que acoplarse a estos cambios.
Herbert Chapman comprendió las nuevas dinámicas y con el Arsenal perfeccionó un sistema que terminaría revolucionando el Fútbol: el sistema W-M
Chapman retrasó el mediocampista centro para convertirlo en un central y construir sobre una línea de 3 defensas, algo inédito. De los 5 delanteros, retrasaba a dos, generando así un mediocampo equilibrado, con un ataque respetable. Era el sistema W-M o un 3-2-2-3.
Chapman lo ganó todo con el Arsenal. Hoy es una leyenda, tiene su estatua frente al estadio Emirates. Más que eso, fue un pionero de la táctica.
El W-M fue clave en la transición a la línea de 4 defensas que no tardaría en llegar. No hace mucho, Pep Guardiola con el Bayern la uso, mostrando la atemporalidad del fútbol.
Con el tiempo, el juego fue entendido de manera más racional, distribuyendo mejor los roles en el campo. Esto llevó al sistema 2-3-5: dos centrales, tres mediocampistas y cinco delanteros popularizado en la década de 1900.
Se volvió el sistema por excelencia en Inglaterra y copiado por las naciones que poco a poco iban apropiándose el fútbol, reflejando la visión inicial del fútbol ultra ofensiva.
No obstante, la regla del fuera de juego de entonces era perversa. En efecto, permitía el pase hacía adelante siempre y cuando hubiese 3 jugadores del equipo contrario entre el receptor y la portería contraria. Ya que todos jugaban con dos defensas (2-3-5), bastaba con que uno se adelantara y dejara en fuera de juego a la delantera rival.
El fútbol entró en crisis: ya no había casi goles. Las defensas tenían tan perfeccionado el fuera de lugar que los partidos se volvieron un deporte de estrategia a ver quién aplicaba mejor la trampa del offside.
Las autoridades cambian en 1926 la regla del fuera de lugar, para corregir este abuso. Ahora permitía el pase hacía adelante siempre que hubiese 2 jugadores del equipo contrario entre el receptor y la portería contraria, incluyendo al portero.
Esto cambió todo. El juego ofensivo se liberó; los delanteros tenían más movilidad y espacio. La táctica tenía que acoplarse a estos cambios.
Herbert Chapman comprendió las nuevas dinámicas y con el Arsenal perfeccionó un sistema que terminaría revolucionando el Fútbol: el sistema W-M
Chapman retrasó el mediocampista centro para convertirlo en un central y construir sobre una línea de 3 defensas, algo inédito. De los 5 delanteros, retrasaba a dos, generando así un mediocampo equilibrado, con un ataque respetable. Era el sistema W-M o un 3-2-2-3.
Chapman lo ganó todo con el Arsenal. Hoy es una leyenda, tiene su estatua frente al estadio Emirates. Más que eso, fue un pionero de la táctica.
El W-M fue clave en la transición a la línea de 4 defensas que no tardaría en llegar. No hace mucho, Pep Guardiola con el Bayern la uso, mostrando la atemporalidad del fútbol.