Mundial de España 82.
Una sorprendente Argelia parecía conseguir su clasificación al haber vencido a Alemania y Chile en una época en donde los partidos decisivos de grupo no se jugaban al tiempo.
Pero las matemáticas hacían que una victoria 1-0 de los teutones contra Austria los clasificaría junto con los austriacos. (Una victoria 2-0 de Alemania sacaba a Austria y metía a Argelia, por lo cual el 1-0 les convenía a los dos)
Lo que sigue es conocido como el "Escándalo de Gijón". Alemania se fue arriba en el marcador cuando corría el minuto 10, y de ahí en adelante... pases laterales, ningún tiro peligroso de lado y lado, y hasta se captaron instantes de risas y bromas entre los jugadores de los dos bandos.
El público se percató del evidente amaño y procedió a incendiar verbalmente a los protagonistas del partido, pero de nada sirvió. Pasaron Alemania y Austria dejando a Argelia con los crespos hechos.
Desde ese entonces, la FIFA hace que los partidos definitivos en las fases de grupo de sus competiciones se jueguen a la misma hora.
25 años después, Hans Pieter-Biegel, jugador alemán reconoció el amaño. Fue el único honesto, los demás lo tildaron de loco.
Una sorprendente Argelia parecía conseguir su clasificación al haber vencido a Alemania y Chile en una época en donde los partidos decisivos de grupo no se jugaban al tiempo.
Pero las matemáticas hacían que una victoria 1-0 de los teutones contra Austria los clasificaría junto con los austriacos. (Una victoria 2-0 de Alemania sacaba a Austria y metía a Argelia, por lo cual el 1-0 les convenía a los dos)
Lo que sigue es conocido como el "Escándalo de Gijón". Alemania se fue arriba en el marcador cuando corría el minuto 10, y de ahí en adelante... pases laterales, ningún tiro peligroso de lado y lado, y hasta se captaron instantes de risas y bromas entre los jugadores de los dos bandos.
El público se percató del evidente amaño y procedió a incendiar verbalmente a los protagonistas del partido, pero de nada sirvió. Pasaron Alemania y Austria dejando a Argelia con los crespos hechos.
Desde ese entonces, la FIFA hace que los partidos definitivos en las fases de grupo de sus competiciones se jueguen a la misma hora.
25 años después, Hans Pieter-Biegel, jugador alemán reconoció el amaño. Fue el único honesto, los demás lo tildaron de loco.