
Jerusalén es una ciudad muy particular. Sagrada para las tres religiones abrahámicas y capital de Israel. Allí conviven judíos y musulmanes, dos pueblos en guerra desde 1948 en el marco del denominado <Conflicto árabe-israelí>.
El fútbol, como suele suceder, no ha sido ajeno a esta realidad y muy por el contrario la refleja a través de dos equipos con filosofías opuestas en una misma ciudad.
“¡Aquí está el equipo más racista del país!” gritan al unísono los hinchas más radicales del Beitar Jerusalén. Este equipo fue fundado en 1936, cuando el estado de Israel no existía, por dos miembros del Beitar, un movimiento juvenil sionista de corte de ultraderecha. Su hinchada está fuertemente identificada con este origen político e ideológico, por lo que no es raro que consignas de corte racista, xenófobas u homofóbicas aparezcan cuando el Beitar pisa el terreno del Teddy Kollek, el estadio en el que hace las veces de local.
El Beitar Jerusalén juega en la Ligat ha'Al (máxima categoría del fútbol israelí). Ha sido campeón en 6 ocasiones de este torneo y es por lejos el equipo más popular de la ciudad. Pero más que sus títulos el orgullo de sus hinchas está en el hecho de nunca haber contratado a un jugador de origen árabe. Hace algunas temporadas el club fichó a dos jugadores chechenos musulmanes. Los desmanes que protagonizaron sus ultras por este hecho llevaron a las directivas del equipo a tomar la decisión de despedirlos.
En 2007 un grupo de hinchas del Hapoel Jerusalén inconformes con el manejo que los directivos le daban al club deciden fundar su propio equipo. Así nace el Hapoel Katamon, el único club en Israel que es propiedad 100% de sus hinchas. Sus ideales son diametralmente opuestos a los de su vecino, el Beitar.
“Somos el único club en Israel que tiene una cláusula en el contrato de los jugadores que los obliga a participar en un número determinado de proyectos sociales”, comenta uno de los directivos del club. Este equipo sueña con que algún día israelitas y palestinos (y árabes en general) vivan en paz, como pueblos hermanos que son. Por eso promueve desde sus divisiones inferiores equipos mixtos de judíos y musulmanes. Además hace un llamado a la no discriminación; así por ejemplo las banderas del córner cuando juega de local tienen los colores del arcoíris como un llamado para decirle “No a la homofobia”. Su proyección social ha sido tal que este equipo de la segunda división de Israel ha llamado la atención de equipos como el Barcelona o el Werder Bremen.
Así se vive el fútbol en Jerusalén: Dos equipos, dos filosofías en una ciudad y un territorio que ha sufrido un conflicto de casi 68 años. El balompié nuevamente siendo un reflejo de la sociedad. Que nadie siga pensando que es sólo un juego.
El fútbol, como suele suceder, no ha sido ajeno a esta realidad y muy por el contrario la refleja a través de dos equipos con filosofías opuestas en una misma ciudad.
“¡Aquí está el equipo más racista del país!” gritan al unísono los hinchas más radicales del Beitar Jerusalén. Este equipo fue fundado en 1936, cuando el estado de Israel no existía, por dos miembros del Beitar, un movimiento juvenil sionista de corte de ultraderecha. Su hinchada está fuertemente identificada con este origen político e ideológico, por lo que no es raro que consignas de corte racista, xenófobas u homofóbicas aparezcan cuando el Beitar pisa el terreno del Teddy Kollek, el estadio en el que hace las veces de local.
El Beitar Jerusalén juega en la Ligat ha'Al (máxima categoría del fútbol israelí). Ha sido campeón en 6 ocasiones de este torneo y es por lejos el equipo más popular de la ciudad. Pero más que sus títulos el orgullo de sus hinchas está en el hecho de nunca haber contratado a un jugador de origen árabe. Hace algunas temporadas el club fichó a dos jugadores chechenos musulmanes. Los desmanes que protagonizaron sus ultras por este hecho llevaron a las directivas del equipo a tomar la decisión de despedirlos.
En 2007 un grupo de hinchas del Hapoel Jerusalén inconformes con el manejo que los directivos le daban al club deciden fundar su propio equipo. Así nace el Hapoel Katamon, el único club en Israel que es propiedad 100% de sus hinchas. Sus ideales son diametralmente opuestos a los de su vecino, el Beitar.
“Somos el único club en Israel que tiene una cláusula en el contrato de los jugadores que los obliga a participar en un número determinado de proyectos sociales”, comenta uno de los directivos del club. Este equipo sueña con que algún día israelitas y palestinos (y árabes en general) vivan en paz, como pueblos hermanos que son. Por eso promueve desde sus divisiones inferiores equipos mixtos de judíos y musulmanes. Además hace un llamado a la no discriminación; así por ejemplo las banderas del córner cuando juega de local tienen los colores del arcoíris como un llamado para decirle “No a la homofobia”. Su proyección social ha sido tal que este equipo de la segunda división de Israel ha llamado la atención de equipos como el Barcelona o el Werder Bremen.
Así se vive el fútbol en Jerusalén: Dos equipos, dos filosofías en una ciudad y un territorio que ha sufrido un conflicto de casi 68 años. El balompié nuevamente siendo un reflejo de la sociedad. Que nadie siga pensando que es sólo un juego.