
Cuando el Muro de Berlín cayó en 1989 quizá nadie estaba pensando qué iba a pasar con el fútbol. Pero había que hacer algo. En la RDA se jugaba la Oberliga y en la RFA se jugaba la Bundesliga, había que fusionar los dos campeonatos para que el deporte rey estuviera acorde con el clima de unión y reconciliación que se respiraba por esos días en Alemania.
La solución que se tomó no fue, en todo caso, salomónica; la Bundesliga iba a conservar su nombre e iba a ampliar su número de equipos participantes de 18 a 20 para darle cabida a los dos primeros de la última Oberliga: Hansa Rostock y Dinamo de Dresde. El resto iba ser ubicado en las divisiones inferiores del fútbol alemán; así, por ejemplo fueron enviados a segunda división FC Lokomotive, Leipzig, Chemnitzer FC, Carl Zeiss Jena, FC Rot-Weiß y el Erfurt Hallescher FC. Si no le suena ninguno de esos equipos no se extrañe, los equipos de la RDA no han podido, salvo algunas contadísimas excepciones, competir al nivel de los de la RFA.
Durante la existencia de la Oberliga, el Dinamo de Berlín fue el equipo más exitoso con 10 títulos conseguidos de manera consecutiva, aunque haber sido el equipo de la Stasi (el servicio de inteligencia de la RDA), sembró sendas dudas sobre sus logros, que siempre contaron con extrañas ayudas extradeportivas. Quizá por eso es que nunca pudo si quiera aspirar a ascender a la máxima categoría del fútbol alemán y hoy en día juega en la cuarta división.Y es que la Oberliga fue un torneo altamente politizado; no es casualidad que uno de sus equipos llevara el nombre de SC Wismut Karl-Marx-Stadt.
El mismo año que se inició la Bundesliga “unificada” el Hansa Rostock descendió, convirtiéndose en un equipo ascensor; el Dinamo Dresden aguantó 4 temporadas antes de perder la categoría. Esporádicamente equipos del este logran el ascenso a la Bundesliga, con poco éxito; media tabla o alguna figuración en la Copa Alemana, pero lejos de poder pelear con los equipos del oeste.
Las diferencias entre el este y el oeste alemán son profundas a nivel de desarrollo y el fútbol lo refleja; cuando se celebró el Copa Mundial de 2006 en territorio teutón sólo una ciudad del este fue elegida como sede: Leipzig; pocos jugadores de la antigua RDA han llegado a ser verdaderas estrellas del fútbol alemán después de la caída del muro, quizá el más reconocido es Michael Ballack, nacido Gortliz; varias temporadas ha tenido la Bundesliga sin contar con un solo equipo del este.
El 6 de mayo de 2017 el Leipzig hizo historia: se convirtió en el primer equipo del este alemán en clasificar la Champions desde la reunificación. Pero este Leipzig nunca jugó en la Oberliga; de hecho, fue fundado hace tan sólo 8 años por la multinacional Red Bull, dueña de varios equipos alrededor del mundo, lo que siendo honestos le quita mucho romanticismo a la gesta.
Como dato curioso queda el hecho que Magdeburgo obtuvo el máximo logro a nivel de clubes de la RDA al ganar la extinta Recopa de Europa en 1974, tas vencer 2-0 al Milan de Gianni Rivera. Hoy el Magdeburgo se encuentra jugando en la 3.Bundesliga (tercera división), y así de lejos se encuentran casi todos los equipos del oriente alemán, salvo el caso sui generis del Leipzig-Red Bull, de volver a alcanzar la gloria; esa que en los años del comunismo saborearon.
La solución que se tomó no fue, en todo caso, salomónica; la Bundesliga iba a conservar su nombre e iba a ampliar su número de equipos participantes de 18 a 20 para darle cabida a los dos primeros de la última Oberliga: Hansa Rostock y Dinamo de Dresde. El resto iba ser ubicado en las divisiones inferiores del fútbol alemán; así, por ejemplo fueron enviados a segunda división FC Lokomotive, Leipzig, Chemnitzer FC, Carl Zeiss Jena, FC Rot-Weiß y el Erfurt Hallescher FC. Si no le suena ninguno de esos equipos no se extrañe, los equipos de la RDA no han podido, salvo algunas contadísimas excepciones, competir al nivel de los de la RFA.
Durante la existencia de la Oberliga, el Dinamo de Berlín fue el equipo más exitoso con 10 títulos conseguidos de manera consecutiva, aunque haber sido el equipo de la Stasi (el servicio de inteligencia de la RDA), sembró sendas dudas sobre sus logros, que siempre contaron con extrañas ayudas extradeportivas. Quizá por eso es que nunca pudo si quiera aspirar a ascender a la máxima categoría del fútbol alemán y hoy en día juega en la cuarta división.Y es que la Oberliga fue un torneo altamente politizado; no es casualidad que uno de sus equipos llevara el nombre de SC Wismut Karl-Marx-Stadt.
El mismo año que se inició la Bundesliga “unificada” el Hansa Rostock descendió, convirtiéndose en un equipo ascensor; el Dinamo Dresden aguantó 4 temporadas antes de perder la categoría. Esporádicamente equipos del este logran el ascenso a la Bundesliga, con poco éxito; media tabla o alguna figuración en la Copa Alemana, pero lejos de poder pelear con los equipos del oeste.
Las diferencias entre el este y el oeste alemán son profundas a nivel de desarrollo y el fútbol lo refleja; cuando se celebró el Copa Mundial de 2006 en territorio teutón sólo una ciudad del este fue elegida como sede: Leipzig; pocos jugadores de la antigua RDA han llegado a ser verdaderas estrellas del fútbol alemán después de la caída del muro, quizá el más reconocido es Michael Ballack, nacido Gortliz; varias temporadas ha tenido la Bundesliga sin contar con un solo equipo del este.
El 6 de mayo de 2017 el Leipzig hizo historia: se convirtió en el primer equipo del este alemán en clasificar la Champions desde la reunificación. Pero este Leipzig nunca jugó en la Oberliga; de hecho, fue fundado hace tan sólo 8 años por la multinacional Red Bull, dueña de varios equipos alrededor del mundo, lo que siendo honestos le quita mucho romanticismo a la gesta.
Como dato curioso queda el hecho que Magdeburgo obtuvo el máximo logro a nivel de clubes de la RDA al ganar la extinta Recopa de Europa en 1974, tas vencer 2-0 al Milan de Gianni Rivera. Hoy el Magdeburgo se encuentra jugando en la 3.Bundesliga (tercera división), y así de lejos se encuentran casi todos los equipos del oriente alemán, salvo el caso sui generis del Leipzig-Red Bull, de volver a alcanzar la gloria; esa que en los años del comunismo saborearon.