
Cuando visite el Allianz Arena para ver a James Rodríguez, probablemente se siente a descansar en la “Kurt Landauer Platz”, aledaña al estadio. Para que rompa el hielo con algún alemán, o inclusive pueda enseñarle, déjenos contarle por qué ese señor es tan importante en la historia del club.
El Bayern Munich tiene raíces judías. De sus diecisiete fundadores en 1900, dos eran judíos. Varios personajes ilustres de la historia del club lo fueron. Kurt Landauer fue uno de ellos. De jugador pasó a ser Presidente del club en 1913. La guerra interrumpió su mandato el cual pudo retomar en 1918. Bajo su liderazgo, el Bayern Munich prosperó, logrando en 1932 su primer campeonato alemán. La primera estrella del Bayern la ganó un judío.
Pero en 1933, Adolf Hitler y su proyecto nazi no podían permitir que un judío estuviera a la cabeza de un equipo que a todas luces estaba floreciendo. Los nazis se referían despectivamente al Bayern Munich como “JudenKlub” o…. equipo de judios. Lo obligaron a renunciar y en la lógica de exterminio que se empezaba a fraguar, lo transportaron al campo de concentración de Dachau junto con sus tres hermanos y una hermana.
A Kurt lo salvó un un detalle: el haber servido durante la Primera Guerra Mundial. Es por ello que le perdonaron la vida. Lo mismo no se pudo decir de sus hermanos… Libre, emigró a Suiza.
Pero la vida es caprichosa. En 1943, el Bayern Munich viajó a Suiza para jugar un amistoso contra la Selección Nacional. La Gestapo (policía del regimen nazi) les advirtió a los jugadores que durante el viaje tenían prohibido cualquier contacto con alemanes que hubieran emigrado a ese país. Kurt Landauer obviamente sabía del partido… y con bajo perfil fue a verlos jugar; a sus muchachos.
El rumor se repandió en el camerino: el “Presi” estaba en el estadio. Había que hacer algo así a la Gestapo no le gustara. Ya los jugadores hasta sabían donde estaría sentado. Con mucho coraje y sobre todo, lealtad, antes de empezar el partido fueron a la tribuna donde estaba sentado y lo saludaron.
Esta historia fue vulgarizada en 2011 gracias al libro “Der FC Bayern und seine Juden: Aufstieg und Zerschlagung einer liberalen Fußballkultur” del historiador Dietrich Schulze-Marmeling. Esto permitió que el club Bávaro saliera del closet y empezara a reconocer su pasado judío y homenajear a heróicos personajes como Kurt Landauer y los que lo saludaron esa tarde de 1943.
Ya sabe, cuando se siente en esa anodina plaza de Kurt Landauer, saque un minuto para recordarlo.
Epílogo: Una vez culminada la Segunda Guerra Mundial, Kurt Landauer asumió de nuevo como presidente hasta 1951. Es el Presidente más longevo en la historia del club.
El Bayern Munich tiene raíces judías. De sus diecisiete fundadores en 1900, dos eran judíos. Varios personajes ilustres de la historia del club lo fueron. Kurt Landauer fue uno de ellos. De jugador pasó a ser Presidente del club en 1913. La guerra interrumpió su mandato el cual pudo retomar en 1918. Bajo su liderazgo, el Bayern Munich prosperó, logrando en 1932 su primer campeonato alemán. La primera estrella del Bayern la ganó un judío.
Pero en 1933, Adolf Hitler y su proyecto nazi no podían permitir que un judío estuviera a la cabeza de un equipo que a todas luces estaba floreciendo. Los nazis se referían despectivamente al Bayern Munich como “JudenKlub” o…. equipo de judios. Lo obligaron a renunciar y en la lógica de exterminio que se empezaba a fraguar, lo transportaron al campo de concentración de Dachau junto con sus tres hermanos y una hermana.
A Kurt lo salvó un un detalle: el haber servido durante la Primera Guerra Mundial. Es por ello que le perdonaron la vida. Lo mismo no se pudo decir de sus hermanos… Libre, emigró a Suiza.
Pero la vida es caprichosa. En 1943, el Bayern Munich viajó a Suiza para jugar un amistoso contra la Selección Nacional. La Gestapo (policía del regimen nazi) les advirtió a los jugadores que durante el viaje tenían prohibido cualquier contacto con alemanes que hubieran emigrado a ese país. Kurt Landauer obviamente sabía del partido… y con bajo perfil fue a verlos jugar; a sus muchachos.
El rumor se repandió en el camerino: el “Presi” estaba en el estadio. Había que hacer algo así a la Gestapo no le gustara. Ya los jugadores hasta sabían donde estaría sentado. Con mucho coraje y sobre todo, lealtad, antes de empezar el partido fueron a la tribuna donde estaba sentado y lo saludaron.
Esta historia fue vulgarizada en 2011 gracias al libro “Der FC Bayern und seine Juden: Aufstieg und Zerschlagung einer liberalen Fußballkultur” del historiador Dietrich Schulze-Marmeling. Esto permitió que el club Bávaro saliera del closet y empezara a reconocer su pasado judío y homenajear a heróicos personajes como Kurt Landauer y los que lo saludaron esa tarde de 1943.
Ya sabe, cuando se siente en esa anodina plaza de Kurt Landauer, saque un minuto para recordarlo.
Epílogo: Una vez culminada la Segunda Guerra Mundial, Kurt Landauer asumió de nuevo como presidente hasta 1951. Es el Presidente más longevo en la historia del club.