
Frank Rijkaard era un tipo especial. La precisión de sus pases solo se equiparaba con la precisión de sus escupitajos.
En los octavos de final de Italia 90, su pelea cazada con Rudi Voeller no se saldó a punta de puñetazos. Con la precisión y sigilo de un francotirador, el holandés depositó sendo misil orgánico de flema en los bellos rizos del alemán.
Nadie se dio cuenta. Iracundo, Voeller le protestó al árbitro quién no le creyó y para mas piedra le sacó una amarilla.
Ese día Rijkaard estaba poseído. Minutos después, ya sin disimular, vuelve y provoca al buen Rudi. El árbitro decide sacarle la roja al aleman, quién nada habia hecho. Desconsolado Rudi…Roja para el holandés también.
Frankie Rijkaard quería tener la ultima… palabra? De camino a los vestuarios, el holandés volvió a alistar su rifle nasal, lo cargó… y disparó de nuevo compartiendo flema con su enemigo.
En su momento fue un escándalo grandísimo… pero con el tiempo los dos enemigos decidieron reconciliarse. Protagonizando un comercial holandés de mantequilla, Rudi y Frank salen riéndose, en batas de baño, amigos.
Ojala Zidane y Materazzi pudieran hacer algo similar…
En los octavos de final de Italia 90, su pelea cazada con Rudi Voeller no se saldó a punta de puñetazos. Con la precisión y sigilo de un francotirador, el holandés depositó sendo misil orgánico de flema en los bellos rizos del alemán.
Nadie se dio cuenta. Iracundo, Voeller le protestó al árbitro quién no le creyó y para mas piedra le sacó una amarilla.
Ese día Rijkaard estaba poseído. Minutos después, ya sin disimular, vuelve y provoca al buen Rudi. El árbitro decide sacarle la roja al aleman, quién nada habia hecho. Desconsolado Rudi…Roja para el holandés también.
Frankie Rijkaard quería tener la ultima… palabra? De camino a los vestuarios, el holandés volvió a alistar su rifle nasal, lo cargó… y disparó de nuevo compartiendo flema con su enemigo.
En su momento fue un escándalo grandísimo… pero con el tiempo los dos enemigos decidieron reconciliarse. Protagonizando un comercial holandés de mantequilla, Rudi y Frank salen riéndose, en batas de baño, amigos.
Ojala Zidane y Materazzi pudieran hacer algo similar…