
Esta vez se le estaba yendo un poco la mano al viejo Paul, pensarían sus compañeros de selección. El “mamerto” de Paul Breitner despachándose sobre la importancia de boicotear el mundial de 1978 a sostenerse en la dictadura argentina de Videla.
«Alemania es el actual campeón y eso le hace tener unas responsabilidades especiales. La selección no debe dejar que la utilicen como una marioneta, porque los deportistas, aunque tengan en el deporte su principal preocupación, no deben ser eunucos políticos.»
Esa entrevista de Breitner publicada en el diario Stern era en si una carta de renuncia. Por sus convicciones políticas, no jugaría el Mundial de Argentina. Me imagino el tedio de Sepp Maier, Rummenigge y los demás: el “mamerto” de Breitner dando lecciones de moral, cuando sus ídolos, el maoísta Ho chi Minh y Ernesto Guevara … ¿de sangre no están manchados? ¿No se le debería juzgar al futbolista únicamente por su labor dentro del terreno y ya?
La tensión que plantea este escrito será eterna. Pero a Pinceladas de Fútbol dele siempre ese rebelde que dice lo que piensa (Sócrates) a esa marioneta pasiva del políticamente correcto (Pelé, Platini).
Paul Breitner es uno de los más importantes jugadores en la historia alemana. Un caso muy curioso de un joven de la entonces Alemania del Oeste con claras tendencias de izquierda, incluso radicales como se evidencia en su fascinación por el líder Ho chi Minh. Su rebeldía permeaba su estilo de juego: un recio defensa o volante que conformó junto a Beckenbauer y Berti Vogts la mejor defensa teutona en su historia.
En 1974, el gol de penal tras la jugadota de Cruyff en la final puso arriba a los holandeses. ¿Quién más que Paul Breitner para empatar el partido con un certero penalti? Fue decisivo en esa final. El Mundial del 78 lo boicoteó pero volvió para España 1982 donde perdieron la final, a pesar de uno de sus goles. ¿Necesita más pergaminos? Leyenda absoluta del Bayern Munich; uno de los íconos bávaros más relevantes.
Como suele suceder con los personajes que admiran los ideales de izquierda (¿Maradona?), a veces pecó por inconsistente. En 1974 es fichado por el Real Madrid… por supuesto, el equipo favorito del dictador Franco. Le dijeron de todo; hipócrita, vendido, cobarde… Paul Breitner igual se gozó su paso por España, siendo decisivo en varios títulos.
De Paul Breitner rescatamos sobre todo su lectura del futbolista. Cada quién tendrá su opinión, pero el fútbol es muchísimo más que el jueguito que ocurre en un terreno de juego durante 90 minutos. Es un hecho que trasciende la esfera deportiva; un fenómeno social. Ante un hecho como una dictadura, o cantos racistas, o actos de homofobia el futbolista tiene que tomar partido.
“La selección no debe dejar que la utilicen como una marioneta, porque los deportistas, aunque tengan en el deporte su principal preocupación, no deben ser eunucos políticos.”
«Alemania es el actual campeón y eso le hace tener unas responsabilidades especiales. La selección no debe dejar que la utilicen como una marioneta, porque los deportistas, aunque tengan en el deporte su principal preocupación, no deben ser eunucos políticos.»
Esa entrevista de Breitner publicada en el diario Stern era en si una carta de renuncia. Por sus convicciones políticas, no jugaría el Mundial de Argentina. Me imagino el tedio de Sepp Maier, Rummenigge y los demás: el “mamerto” de Breitner dando lecciones de moral, cuando sus ídolos, el maoísta Ho chi Minh y Ernesto Guevara … ¿de sangre no están manchados? ¿No se le debería juzgar al futbolista únicamente por su labor dentro del terreno y ya?
La tensión que plantea este escrito será eterna. Pero a Pinceladas de Fútbol dele siempre ese rebelde que dice lo que piensa (Sócrates) a esa marioneta pasiva del políticamente correcto (Pelé, Platini).
Paul Breitner es uno de los más importantes jugadores en la historia alemana. Un caso muy curioso de un joven de la entonces Alemania del Oeste con claras tendencias de izquierda, incluso radicales como se evidencia en su fascinación por el líder Ho chi Minh. Su rebeldía permeaba su estilo de juego: un recio defensa o volante que conformó junto a Beckenbauer y Berti Vogts la mejor defensa teutona en su historia.
En 1974, el gol de penal tras la jugadota de Cruyff en la final puso arriba a los holandeses. ¿Quién más que Paul Breitner para empatar el partido con un certero penalti? Fue decisivo en esa final. El Mundial del 78 lo boicoteó pero volvió para España 1982 donde perdieron la final, a pesar de uno de sus goles. ¿Necesita más pergaminos? Leyenda absoluta del Bayern Munich; uno de los íconos bávaros más relevantes.
Como suele suceder con los personajes que admiran los ideales de izquierda (¿Maradona?), a veces pecó por inconsistente. En 1974 es fichado por el Real Madrid… por supuesto, el equipo favorito del dictador Franco. Le dijeron de todo; hipócrita, vendido, cobarde… Paul Breitner igual se gozó su paso por España, siendo decisivo en varios títulos.
De Paul Breitner rescatamos sobre todo su lectura del futbolista. Cada quién tendrá su opinión, pero el fútbol es muchísimo más que el jueguito que ocurre en un terreno de juego durante 90 minutos. Es un hecho que trasciende la esfera deportiva; un fenómeno social. Ante un hecho como una dictadura, o cantos racistas, o actos de homofobia el futbolista tiene que tomar partido.
“La selección no debe dejar que la utilicen como una marioneta, porque los deportistas, aunque tengan en el deporte su principal preocupación, no deben ser eunucos políticos.”