
Seguramente cuando a usted le hablan de fútbol vasco lo primero que se le viene a la mente es el Athletic Club, y no está mal; el club de Bilbao es el máximo exponente del balompié de Euskal Herria, la zona histórica en la que los vascos consideran “que la cultura vasca se manifiesta en toda su dimensión” y que abarca, además de la comunidad autónoma del País Vasco en España, las regiones de Baja Navarra y Laport en Francia y la Comunidad Autónoma de Navarra en territorio español.
Precisamente en Navarra, más exactamente en Pamplona, juega el Osasuna que ayer selló su pase a la segunda división tras ser goleado sin misericordia por el Barcelona. El cuadro rojillo es el único club que ha actuado en primera división española con un nombre en vasco: Osasuna significa salud, fuerza o vigor en euskera.
El Rock Radical Vasco fue un movimiento musical surgido a mediados de los 80. La difícil situación social y económica que vivía el pueblo vasco para entonces motivó el surgimiento de bandas, generalmente de corte punk aunque no necesariamente, que tenían en común un sentimiento anti sistema. Bandas como Eskorbuto, La Polla Records, Kortatu, Barricada, Parabellum, entre otras trasmitieron a través de su música la inconformidad de millones de jóvenes.
El Sadar es el estadio en el que el Osasuna juega sus partidos de local. Generalmente se ven en sus tribunas la Ikurriña (bandera del País Vasco) , así como consignas pro vascas y separatistas. ¿Resultaría extraño que la megafonía del estadio pusiera Rock Radical Vasco para ambientar los momentos previos al partido, el descanso y el pos partido? Pues así sucede y ese hecho prendió las alarmas de Gustavo Galarreta, analista de seguridad y defensa de La Liga, quien en un informe calificó de "subversiva" e "incitadora a la violencia" la banda sonara que retumba en El Sadar.
El informe no cayó bien, como era de esperarse, entre los hinchas del Osasuna. "Es gente cercana a la derecha a quien le gusta criticar y poner pegas a todo lo nuestro. Les jode todo lo que huela a vasco". Afirma un seguidor rojillo. Arturo Puente, periodista navarro afirma: “Se juntan varias obsesiones de moda: la de despolitizar y blanquear el fútbol, cuando la identidad de Osasuna y de su afición está construida sobre cosas como el Rock Radical Vasco y la contestación social; la moda del decoro, que es una forma de hablar de las formas para no tener que entrar en el fondo; y por último las ganas de criminalizarlo todo... Los niños llevan oyéndola (esta clase de música) tres décadas y no se ha muerto nadie"
Pese al informe del analista de seguridad, para su siguiente partido en El Sadar, el Osasuna, no dio su brazo a torcer y se pudo escuchar “No hay tregua” de Barricada, “Nicaragua Sandinista” de Kortatu, además de clásicos del rock como “Hell Bells” de AC/DC, “Resistiré” de Barón Rojo o “Malas noticias” de Los Suaves.
Y es que para el club, en voz del encargado del sonido del estadio, la música "es un complemento esencial para crear ambiente, a veces es incluso la mecha que enciende a todo el estadio" y por lo tanto no están dispuestos a renunciar a ella.
Precisamente en Navarra, más exactamente en Pamplona, juega el Osasuna que ayer selló su pase a la segunda división tras ser goleado sin misericordia por el Barcelona. El cuadro rojillo es el único club que ha actuado en primera división española con un nombre en vasco: Osasuna significa salud, fuerza o vigor en euskera.
El Rock Radical Vasco fue un movimiento musical surgido a mediados de los 80. La difícil situación social y económica que vivía el pueblo vasco para entonces motivó el surgimiento de bandas, generalmente de corte punk aunque no necesariamente, que tenían en común un sentimiento anti sistema. Bandas como Eskorbuto, La Polla Records, Kortatu, Barricada, Parabellum, entre otras trasmitieron a través de su música la inconformidad de millones de jóvenes.
El Sadar es el estadio en el que el Osasuna juega sus partidos de local. Generalmente se ven en sus tribunas la Ikurriña (bandera del País Vasco) , así como consignas pro vascas y separatistas. ¿Resultaría extraño que la megafonía del estadio pusiera Rock Radical Vasco para ambientar los momentos previos al partido, el descanso y el pos partido? Pues así sucede y ese hecho prendió las alarmas de Gustavo Galarreta, analista de seguridad y defensa de La Liga, quien en un informe calificó de "subversiva" e "incitadora a la violencia" la banda sonara que retumba en El Sadar.
El informe no cayó bien, como era de esperarse, entre los hinchas del Osasuna. "Es gente cercana a la derecha a quien le gusta criticar y poner pegas a todo lo nuestro. Les jode todo lo que huela a vasco". Afirma un seguidor rojillo. Arturo Puente, periodista navarro afirma: “Se juntan varias obsesiones de moda: la de despolitizar y blanquear el fútbol, cuando la identidad de Osasuna y de su afición está construida sobre cosas como el Rock Radical Vasco y la contestación social; la moda del decoro, que es una forma de hablar de las formas para no tener que entrar en el fondo; y por último las ganas de criminalizarlo todo... Los niños llevan oyéndola (esta clase de música) tres décadas y no se ha muerto nadie"
Pese al informe del analista de seguridad, para su siguiente partido en El Sadar, el Osasuna, no dio su brazo a torcer y se pudo escuchar “No hay tregua” de Barricada, “Nicaragua Sandinista” de Kortatu, además de clásicos del rock como “Hell Bells” de AC/DC, “Resistiré” de Barón Rojo o “Malas noticias” de Los Suaves.
Y es que para el club, en voz del encargado del sonido del estadio, la música "es un complemento esencial para crear ambiente, a veces es incluso la mecha que enciende a todo el estadio" y por lo tanto no están dispuestos a renunciar a ella.