Mursyid Effendi no sabía que lo iban a sancionar de por vida. Estaba siendo "racional" y su autogol al minuto 90 era una conducta, para él, estratégica.
Pero rebobinemos un poco la película. Se jugaba en 1998 la flamante "Tiger Cup" que congrega a los países del Asia Pacifico. El país anfitrión era Vietnam, amplio favorito; el "Coco", ese titán que todos quieren evitar... a todo precio.
Indonesia y Tailandia llegaban clasificadas al último partido de la fase de grupos. ¿Qué había en juego? Definir quién de los dos tendría que enfrentarse al poderoso Vietnam en las semifinales. Le voy a explicar el contexto para que intentemos entender el gesto de Mursyid al minuto 90.
- El ganador del partido, aseguraba el liderato, y un cupo en la semifinal para jugar contra el mega favorito Vietnam... En sí, nadie quería ganar.
- El empate le daba el liderato a Indonesia... un liderato que no querían, de nuevo, para evitar ese partido contra Vietnam.
- El perdedor salía "bendecido"; se clasifica como segundo y enfrentaba a la cenicienta del torneo, Singapur.
O sea: Indonesia le interesaba perder... ante un rival, Tailandia, que no quería ganar.
El partido parecía legítimo. El partido se puso 2-2, pero estábamos ante una sofisticada puesta en escena. Había goles, pero mucha permisividad y complacencia. Ambos equipos estaban esperando el minuto 90 para ver quién se atrevía a lo impensado: hacerse un autogol para clasificar segundo y evitar el "Coco" del torneo.
Fueron los Indonesios... Fue una decisión grupal, cómo equipo, seguramente siguiendo instrucciones del cuerpo técnico. Esperaron el último minuto del partido; el defensa Mursyid Effendi fue el elegido para llevar a cabo el atentado. Recibió el balón y marcó contra propia puerta. Autogol. Indonesia perdía 3-2 y... lo celebraban. Evitarían en las semifinales a Vietnam.
Epílogo: Indonesia ya se veía en la final... pero todo esto no les sirvió de nada. En semifinales se enfrentaron a Singapur... y perdieron 2-1. ¿El "Coco"? Fíjese que Vietnam, el archi favorito, perdió en la final contra Singapur, la cenicienta del torneo por la cual nadie daba nada.
A Indonesia y Tailandia las sancionaron por su partido de la deshonra. A Mursyid Effendi lo sancionaron de por vida.
¿Lección? Salir a ganar, siempre.
Pero rebobinemos un poco la película. Se jugaba en 1998 la flamante "Tiger Cup" que congrega a los países del Asia Pacifico. El país anfitrión era Vietnam, amplio favorito; el "Coco", ese titán que todos quieren evitar... a todo precio.
Indonesia y Tailandia llegaban clasificadas al último partido de la fase de grupos. ¿Qué había en juego? Definir quién de los dos tendría que enfrentarse al poderoso Vietnam en las semifinales. Le voy a explicar el contexto para que intentemos entender el gesto de Mursyid al minuto 90.
- El ganador del partido, aseguraba el liderato, y un cupo en la semifinal para jugar contra el mega favorito Vietnam... En sí, nadie quería ganar.
- El empate le daba el liderato a Indonesia... un liderato que no querían, de nuevo, para evitar ese partido contra Vietnam.
- El perdedor salía "bendecido"; se clasifica como segundo y enfrentaba a la cenicienta del torneo, Singapur.
O sea: Indonesia le interesaba perder... ante un rival, Tailandia, que no quería ganar.
El partido parecía legítimo. El partido se puso 2-2, pero estábamos ante una sofisticada puesta en escena. Había goles, pero mucha permisividad y complacencia. Ambos equipos estaban esperando el minuto 90 para ver quién se atrevía a lo impensado: hacerse un autogol para clasificar segundo y evitar el "Coco" del torneo.
Fueron los Indonesios... Fue una decisión grupal, cómo equipo, seguramente siguiendo instrucciones del cuerpo técnico. Esperaron el último minuto del partido; el defensa Mursyid Effendi fue el elegido para llevar a cabo el atentado. Recibió el balón y marcó contra propia puerta. Autogol. Indonesia perdía 3-2 y... lo celebraban. Evitarían en las semifinales a Vietnam.
Epílogo: Indonesia ya se veía en la final... pero todo esto no les sirvió de nada. En semifinales se enfrentaron a Singapur... y perdieron 2-1. ¿El "Coco"? Fíjese que Vietnam, el archi favorito, perdió en la final contra Singapur, la cenicienta del torneo por la cual nadie daba nada.
A Indonesia y Tailandia las sancionaron por su partido de la deshonra. A Mursyid Effendi lo sancionaron de por vida.
¿Lección? Salir a ganar, siempre.