Quizás algunos lo supieran, pero no todos, especialmente los de ahora, que la “Brujita” Verón estuvo muy cerca de jugar para el Junior de Barranquilla, exactamente en 1994, cuando era un juvenil, con gran futuro. Sin embargo, aquella incorporación no se dio, y Juan Sebastián se fue para Europa; el resto es historia conocida.
El motivo de la posibilidad de llegada de ese virtuoso con la pelota, era una conexión fraternal que unía al equipo de barranquilla y al pelado jugador, era su padre, Juan Ramón “la Bruja Verón”, ídolo de la afición juniorista, que con un paso de solo dos años por ese equipo se inscribió para la eternidad en la historia del Junior.
“La bruja” era un jugador diferente a su hijo, era delantero, de esos guapos que no daba un balón por perdido y sobre todo con gran inteligencia para jugar, producto de haber sido dirigido por dos grandes, como Zubeldía y Bilardo. Hincha del “pincha” desde que nació, Juan Ramón se hizo jugador del club de sus amores, siendo participe de las más grandes gestas a nivel continental, cuando ganaron tres libertadores consecutivas entre el 68 y el 70, incluyendo una intercontinental en el 69, en donde con gol suyo, derrotaron al poderosos Manchester United.
Eran otros tiempos, y Verón quería cambiar de aires, y se le presentó la oportunidad de venir a Junior de una Barranquilla que ni sabía que existía. Llegó maduro pero con mucho por dar, con 32 años hizo parte de un equipo que haría historia.
Era la época del Cali de Bilardo y el Nacional de Zubeldía, sin embargo, aquel Junior del 77 los superó, lo curioso, es que ese equipo tenía a “la bruja” como jugador y técnico a la vez. Al comienzo no fue fácil, ¿Por qué no te sacas a ti mismo?, le dijo alguna vez un compañero y jugador suyo, todo se superó y Junior fue campeón por primera vez. El alumno venció a los maestros.
El motivo de la posibilidad de llegada de ese virtuoso con la pelota, era una conexión fraternal que unía al equipo de barranquilla y al pelado jugador, era su padre, Juan Ramón “la Bruja Verón”, ídolo de la afición juniorista, que con un paso de solo dos años por ese equipo se inscribió para la eternidad en la historia del Junior.
“La bruja” era un jugador diferente a su hijo, era delantero, de esos guapos que no daba un balón por perdido y sobre todo con gran inteligencia para jugar, producto de haber sido dirigido por dos grandes, como Zubeldía y Bilardo. Hincha del “pincha” desde que nació, Juan Ramón se hizo jugador del club de sus amores, siendo participe de las más grandes gestas a nivel continental, cuando ganaron tres libertadores consecutivas entre el 68 y el 70, incluyendo una intercontinental en el 69, en donde con gol suyo, derrotaron al poderosos Manchester United.
Eran otros tiempos, y Verón quería cambiar de aires, y se le presentó la oportunidad de venir a Junior de una Barranquilla que ni sabía que existía. Llegó maduro pero con mucho por dar, con 32 años hizo parte de un equipo que haría historia.
Era la época del Cali de Bilardo y el Nacional de Zubeldía, sin embargo, aquel Junior del 77 los superó, lo curioso, es que ese equipo tenía a “la bruja” como jugador y técnico a la vez. Al comienzo no fue fácil, ¿Por qué no te sacas a ti mismo?, le dijo alguna vez un compañero y jugador suyo, todo se superó y Junior fue campeón por primera vez. El alumno venció a los maestros.