
1964. Los militares se tomaron Brasil. La Guerra Fría cobra una nueva víctima en sudamérica. La dictadura llegó para quedarse. Decían que era sólo por “unos años”: 16 años después y nada ha cambiado.
La represión era brutal. Entre torturas y prisioneros políticos, Brasil le mostraba al mundo entero su mejor sonrisa cuando por dentro se estaba desangrando. Lo de siempre con las dictaduras.
Surge nuestro protagonista. Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, o “Sócrates” para sus amigos. Idolo del Corinthians; jugador exquisito, técnico; pero ante todo un rebelde, amante de la libertad. Un líder.
Sócrates decide que el fútbol será el Caballo de Troya con el cual contagiará a todo un pais de democracia. Los militares no podrían pararlo.
El plan era simple. En una dictadura violenta, hacer del Corinthians una manifestación viva de la democracia. Un club de fútbol regido democráticamente en todos sus aspectos.
Convencieron al presidente del club y todas las decisiones del equipo se empezaron a tomar mediante el voto: el menú del almuerzo, las horas de entrenamiento, el diseño de las camisetas. Todo. ¿Lo mejor? Votaban también los utileros, empleadas del servicio, vigilantes. Votaban todos.
La hinchada del “Timao” se contagió. Artistas, filósofos, músicos también. El Corinthians se volvió un faro de democracia y la junta militar no podía tocarlos. Sócrates hizo de su equipo una fortaleza democrática impenetrable: sabía y gozaba sabiendo que no le podían hacer nada. Si lo tocaban, el pueblo se levantaba.
Para Sócrates, la camiseta de su equipo no era algo que se vendía al mejor postor; era un megáfono para dirigirse a los suyos. En mayo de 1982, en las primeras elecciones desde el golpe, la camiseta del Corinthians arboraba el mensaje "Día 15 Vote” instando a la población a que votara sin miedo ese día.
Para las elecciones presidenciales de transición de 1984 inmortalizó su mantra que aun se escucha en Brasil: “Ganar o Perder; Pero Siempre con Democracia”.
Pelé puede que sea el mejor brasilero de la historia pero que sea Sócrates mismo el que resuma lo que le faltó a “O Rei”:
“Nuestros jugadores de los 60’s y 70’s eran unos románticos con el balón en los pies, pero fuera del terreno eran silenciosos. Imagine si en el momento del golpe militar en Brasil un sólo jugador cómo Pelé hubiera siquiera dicho algo.”
La represión era brutal. Entre torturas y prisioneros políticos, Brasil le mostraba al mundo entero su mejor sonrisa cuando por dentro se estaba desangrando. Lo de siempre con las dictaduras.
Surge nuestro protagonista. Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, o “Sócrates” para sus amigos. Idolo del Corinthians; jugador exquisito, técnico; pero ante todo un rebelde, amante de la libertad. Un líder.
Sócrates decide que el fútbol será el Caballo de Troya con el cual contagiará a todo un pais de democracia. Los militares no podrían pararlo.
El plan era simple. En una dictadura violenta, hacer del Corinthians una manifestación viva de la democracia. Un club de fútbol regido democráticamente en todos sus aspectos.
Convencieron al presidente del club y todas las decisiones del equipo se empezaron a tomar mediante el voto: el menú del almuerzo, las horas de entrenamiento, el diseño de las camisetas. Todo. ¿Lo mejor? Votaban también los utileros, empleadas del servicio, vigilantes. Votaban todos.
La hinchada del “Timao” se contagió. Artistas, filósofos, músicos también. El Corinthians se volvió un faro de democracia y la junta militar no podía tocarlos. Sócrates hizo de su equipo una fortaleza democrática impenetrable: sabía y gozaba sabiendo que no le podían hacer nada. Si lo tocaban, el pueblo se levantaba.
Para Sócrates, la camiseta de su equipo no era algo que se vendía al mejor postor; era un megáfono para dirigirse a los suyos. En mayo de 1982, en las primeras elecciones desde el golpe, la camiseta del Corinthians arboraba el mensaje "Día 15 Vote” instando a la población a que votara sin miedo ese día.
Para las elecciones presidenciales de transición de 1984 inmortalizó su mantra que aun se escucha en Brasil: “Ganar o Perder; Pero Siempre con Democracia”.
Pelé puede que sea el mejor brasilero de la historia pero que sea Sócrates mismo el que resuma lo que le faltó a “O Rei”:
“Nuestros jugadores de los 60’s y 70’s eran unos románticos con el balón en los pies, pero fuera del terreno eran silenciosos. Imagine si en el momento del golpe militar en Brasil un sólo jugador cómo Pelé hubiera siquiera dicho algo.”