‘'¿Qué es cerrar un partido? ¿Poner un camión adentro del área? Cerrarlo para mí es tratar de meter el segundo."
Palabras de Marcelo Gallardo. El 23 de abril le empataron a River en el último minuto. El periodista, con el “manual” en la mano, le recriminó el por qué no se había echado para atrás con 6 defensores para “preservar” ese 1-0. Gallardo, un tipo espontáneo, le dijo que para él cerrar el partido era “tratar de meter el segundo.”
Como Pekerman, ayer, en la dolorosa remontada de Paraguay. Ni Marcelo Gallardo ni Nestor José Pekerman son unos idiotas que no saben nada de fútbol. Al contrario: saben y saben mucho. Pero resulta que ellos son de esa escuela, muy respetable, de querer hacer el segundo gol.
Son así: los tomamos o los dejamos. No existe un técnico a la carta.
Si, señores y señoras. No le crea a los periodistas deportivos: a Iván Mejía, Carlos Antonio, el innombrable y tantos más. En el mundo hay muchísimos técnicos que para preservar un resultado evitan entrar en modo ultradefensivo de retrasar las líneas y llenarse de contenciones y defensores. Que eso a veces funcione, no lo pongo en duda, pero cada vez más los entrenadores evitan precisamente encerrarse ellos mismos en una fortaleza imaginaria de defensas.
Lo de ayer, fue fútbol puro: se jugó a milímetros condicionados por el error humano. Pero siempre será muy fácil ser profeta de lo ya ocurrido. Hasta el minuto 83 Pekerman era un genio… ¿y cinco minutos después era un idiota? Encerrarse atrás y llenarse de defensas NO ha sido, ni es, ni será una regla universal del fútbol para preservar un resultado. No, no y no. A veces funciona. Otras veces usted encerrándose sólo se entierra el cuchillo atrayendo y empoderando al rival.
Haga un ejercicio futbolero: vea como muchos equipos del mundo para preservar un partido evitan encerrarse y llenarse de defensores, retrasando líneas y botando el balón a donde salga. El “manual” no es uno sólo. Hay maneras de preservar un partido. Es más, a veces pasa lo contrario. El técnico de turno se echa para atrás… le hacen el gol y el periodista critica al técnico por “echarse para atrás” y haber entregado el juego.
¿Qué pasó ayer? Pasó que nuestro técnico, Nestor Pekerman quiso cerrar el partido haciendo el segundo. Porque él es asi y esa es su visión del fútbol. Repito: esa es su visión del fútbol. Le apostó a eso ayer y perdió. Otras veces habrá ganado; ayer perdió. Es la vida; es el fútbol.
Ganaron como siempre los periodistas deportivos; los profetas del pasado. Los que siempre tiene la razón y aterrizan parados porque se acomodan con la precisión de un reloj suizo: al minuto.
Palabras de Marcelo Gallardo. El 23 de abril le empataron a River en el último minuto. El periodista, con el “manual” en la mano, le recriminó el por qué no se había echado para atrás con 6 defensores para “preservar” ese 1-0. Gallardo, un tipo espontáneo, le dijo que para él cerrar el partido era “tratar de meter el segundo.”
Como Pekerman, ayer, en la dolorosa remontada de Paraguay. Ni Marcelo Gallardo ni Nestor José Pekerman son unos idiotas que no saben nada de fútbol. Al contrario: saben y saben mucho. Pero resulta que ellos son de esa escuela, muy respetable, de querer hacer el segundo gol.
Son así: los tomamos o los dejamos. No existe un técnico a la carta.
Si, señores y señoras. No le crea a los periodistas deportivos: a Iván Mejía, Carlos Antonio, el innombrable y tantos más. En el mundo hay muchísimos técnicos que para preservar un resultado evitan entrar en modo ultradefensivo de retrasar las líneas y llenarse de contenciones y defensores. Que eso a veces funcione, no lo pongo en duda, pero cada vez más los entrenadores evitan precisamente encerrarse ellos mismos en una fortaleza imaginaria de defensas.
Lo de ayer, fue fútbol puro: se jugó a milímetros condicionados por el error humano. Pero siempre será muy fácil ser profeta de lo ya ocurrido. Hasta el minuto 83 Pekerman era un genio… ¿y cinco minutos después era un idiota? Encerrarse atrás y llenarse de defensas NO ha sido, ni es, ni será una regla universal del fútbol para preservar un resultado. No, no y no. A veces funciona. Otras veces usted encerrándose sólo se entierra el cuchillo atrayendo y empoderando al rival.
Haga un ejercicio futbolero: vea como muchos equipos del mundo para preservar un partido evitan encerrarse y llenarse de defensores, retrasando líneas y botando el balón a donde salga. El “manual” no es uno sólo. Hay maneras de preservar un partido. Es más, a veces pasa lo contrario. El técnico de turno se echa para atrás… le hacen el gol y el periodista critica al técnico por “echarse para atrás” y haber entregado el juego.
¿Qué pasó ayer? Pasó que nuestro técnico, Nestor Pekerman quiso cerrar el partido haciendo el segundo. Porque él es asi y esa es su visión del fútbol. Repito: esa es su visión del fútbol. Le apostó a eso ayer y perdió. Otras veces habrá ganado; ayer perdió. Es la vida; es el fútbol.
Ganaron como siempre los periodistas deportivos; los profetas del pasado. Los que siempre tiene la razón y aterrizan parados porque se acomodan con la precisión de un reloj suizo: al minuto.