
Ese partido que Argentina ganó 1-0 y que le significó el paso a los cuartos de final a expensas de Brasil tiene un lugar privilegiado en el folclor que alimenta la rivalidad entre estas dos naciones.
Fue un partido en donde Brasíl mereció ampliamente la victoria pero Maradona se inventó un jugadón que Caniggia definió con mucha frialdad mandando a los brasileros a la lona.
Pero no habría sido solo este gol que los mandó a la lona: el mito reza que Bilardo habría preparado un termo con agua mezclada con somníferos. Branco ya cansado, encontrándose cerca del banco argentino, decide aceptar un bidón que le ofrecen. El brasileño no volvió a ser el mismo en el terreno de juego...
Jugadores del plantel argentino reconocieron años después la trampa, con esa viveza criolla tan de ellos, rozando el orgullo. Basualdo, miembro de ese plantel, fue de los primeros en reconocerlo: "... cada vez que me encuentro con Branco me manda saludos para Bilardo. Y tiene razón, el tipo se tomó como medio bidón de agua con somníferos... En un momento de una lesión nos acercamos y 'Galíndez' (Miguel di Lorenzo, masajista argentino) se encargó de dar bidones. Fue cuando nos enteramos que le habían echado una sustancia soñolienta a esa agua y (el brasileño) Branco fue el encargado de llevarse el bidón”.
Bilardo, terco como todos los técnicos, se empecina en negarlo, y probablemente se lleve su confesión a la tumba.
Fue un partido en donde Brasíl mereció ampliamente la victoria pero Maradona se inventó un jugadón que Caniggia definió con mucha frialdad mandando a los brasileros a la lona.
Pero no habría sido solo este gol que los mandó a la lona: el mito reza que Bilardo habría preparado un termo con agua mezclada con somníferos. Branco ya cansado, encontrándose cerca del banco argentino, decide aceptar un bidón que le ofrecen. El brasileño no volvió a ser el mismo en el terreno de juego...
Jugadores del plantel argentino reconocieron años después la trampa, con esa viveza criolla tan de ellos, rozando el orgullo. Basualdo, miembro de ese plantel, fue de los primeros en reconocerlo: "... cada vez que me encuentro con Branco me manda saludos para Bilardo. Y tiene razón, el tipo se tomó como medio bidón de agua con somníferos... En un momento de una lesión nos acercamos y 'Galíndez' (Miguel di Lorenzo, masajista argentino) se encargó de dar bidones. Fue cuando nos enteramos que le habían echado una sustancia soñolienta a esa agua y (el brasileño) Branco fue el encargado de llevarse el bidón”.
Bilardo, terco como todos los técnicos, se empecina en negarlo, y probablemente se lleve su confesión a la tumba.