
Con su muerte se inmortaliza no solo su legado futbolístico; su icónico n.14 es una patente distintiva de la magia y originalidad de Hendrik Johannes "Johan" Cruijff.
Cuando el holandés irrumpe en el panorama futbolero la reglamentación insistía en que los titulares usaran de preferencia los números del 1 al 11. De esta manera el primer número tradicional de Cruyff fue el 9, reflejando su posición ofensiva en el terreno.
Todo cambiaria un 30 de octubre de 1970.
En la antesala de un partido primordial contra el PSV, Gerrie Muhren, volante del Ajax, no encontraba su tradicional n.7. Ante esto, Johan Cruyff le dijo “tranquilo”; le cedió su número 9 y se adentró en el camerino a buscar una nueva camiseta. Sin pensarlo mucho, cogió la primera que yacía en el cesto: n.”14”. Se la puso y salió a jugar…
Ganaron 1-0; partidazo del Ajax. Supersticioso, Cruyff le dice a su colega Gerrie: “Jugamos tan bien… Conservemos los números con los que jugamos.” Desde entonces, el holandés adopto el icónico “14”.
Curiosamente, la Holanda del Mundial de 1974 repartía los números por orden alfabético. A Cruyff le hubiera tocado el 1 o el 2… El poder de la superstición pudo mas y a Johan le dejaron su ya emblemático n.14.
Cuando el holandés irrumpe en el panorama futbolero la reglamentación insistía en que los titulares usaran de preferencia los números del 1 al 11. De esta manera el primer número tradicional de Cruyff fue el 9, reflejando su posición ofensiva en el terreno.
Todo cambiaria un 30 de octubre de 1970.
En la antesala de un partido primordial contra el PSV, Gerrie Muhren, volante del Ajax, no encontraba su tradicional n.7. Ante esto, Johan Cruyff le dijo “tranquilo”; le cedió su número 9 y se adentró en el camerino a buscar una nueva camiseta. Sin pensarlo mucho, cogió la primera que yacía en el cesto: n.”14”. Se la puso y salió a jugar…
Ganaron 1-0; partidazo del Ajax. Supersticioso, Cruyff le dice a su colega Gerrie: “Jugamos tan bien… Conservemos los números con los que jugamos.” Desde entonces, el holandés adopto el icónico “14”.
Curiosamente, la Holanda del Mundial de 1974 repartía los números por orden alfabético. A Cruyff le hubiera tocado el 1 o el 2… El poder de la superstición pudo mas y a Johan le dejaron su ya emblemático n.14.