
Bar “Pinceladas de Fútbol”. Noche bohemia. Se divisa a Sócrates y George Best charlando en una esquina. Gascoigne ya va de salida, el pobre. Manu Chao entona la “Vida es una Tómbola.” De repente, se sientan César Luis Menotti y Carlos Salvador Bilardo: silencio total.
Menotti: …
Bilardo: …
(El Bar se paralizó… la tensión se asemeja a un duelo de pistoleros del medio oeste. Di Stefano, que charlaba con su amigo Kopa, se les acerca.)
Di Stefano: Más de 40 años peleando... ¡Ya estuvo! ¡Diganse algo!
(El Bar cobra vida. Las miradas se dispersan. La atención se disipa. Menotti lo mira a los ojos y prende un cigarillo.)
Menotti: “El gol debe ser un pase a la red.” Alguna vez me dijeron que esa frase fue el epitafio de muchas tumbas de futboleros argentinos y del mundo. Algo debe tener.
Bilardo: Idealismo y Romance. Nada más. Pero el fútbol no es eso. “El fútbol profesional es ganar y sólo ganar. Yo soy como Muhammad Alí: durante la competencia no tengo amigos, y a los contrarios, si puedo, los mato, los piso.” Vos nunca entendiste que sólo importa la victoria.
Menotti: ¿Cómo cuando vos le pediste a tu médico que pisoterara al otro? ¿En Sevilla no fue? ¡Vos siendo médico además!
Bilardo: Si. Jugábamos en Riazor. Choque entre Maradona y un rival. El cabeza de termo de mi médico se pone a atender al rival… “Pisalo, pisalo, que carajo me importa el adversario, los nuestros son los de colorado”.
Menotti: (De nuevo, lo fija en los ojos y exhala una bocanada de humo) Se equivoca Carlos. "Se puede perder un partido pero lo que no se puede perder es la dignidad por jugar bien al fútbol." Es simple. “Mi objetivo es jugar bien. Porque jugando bien, aunque hoy perdamos, a la larga vamos a ganar.”
Bilardo: ¿Sabés una cosa? Ayer escuché algo bueno,”¿Quién fue la segunda persona que pisó América después de Colón? Yo la verdad que no lo sabía" Sólo importa el triunfo: los líricos como usted, César, por esa debatible idea de jugar bien, ignoran la victoria como fin absoluto.
Menotti: No sirve de nada hablar con usted. “Quiero que mi equipo juegue con honestidad. Hay un público que paga por mirar un espectáculo y a ese público no se lo puede defraudar simulando lesiones, demorando el juego, tirando la pelota afuera, jugando a no jugar.” Es lo último que voy a decir al respecto.
(Ellos no se habían percatado, pero todo el resto estaban pendientes. Al unísono, todos se paran y empiezan a aplaudirlos. Sócrates y Best, de salida, se acercan los abrazan y se van.)
Menotti: Carlos, aquí, en frente de todos, ¿en Italia 90, los botellines de agua les echaron algo para disminuir a los jugadores brasileños en pleno partido?
(Silencio sepulcral. Todos salen a correr. El Bar Pinceladas de Fútbol cierra sus puertas.)
Menotti: …
Bilardo: …
(El Bar se paralizó… la tensión se asemeja a un duelo de pistoleros del medio oeste. Di Stefano, que charlaba con su amigo Kopa, se les acerca.)
Di Stefano: Más de 40 años peleando... ¡Ya estuvo! ¡Diganse algo!
(El Bar cobra vida. Las miradas se dispersan. La atención se disipa. Menotti lo mira a los ojos y prende un cigarillo.)
Menotti: “El gol debe ser un pase a la red.” Alguna vez me dijeron que esa frase fue el epitafio de muchas tumbas de futboleros argentinos y del mundo. Algo debe tener.
Bilardo: Idealismo y Romance. Nada más. Pero el fútbol no es eso. “El fútbol profesional es ganar y sólo ganar. Yo soy como Muhammad Alí: durante la competencia no tengo amigos, y a los contrarios, si puedo, los mato, los piso.” Vos nunca entendiste que sólo importa la victoria.
Menotti: ¿Cómo cuando vos le pediste a tu médico que pisoterara al otro? ¿En Sevilla no fue? ¡Vos siendo médico además!
Bilardo: Si. Jugábamos en Riazor. Choque entre Maradona y un rival. El cabeza de termo de mi médico se pone a atender al rival… “Pisalo, pisalo, que carajo me importa el adversario, los nuestros son los de colorado”.
Menotti: (De nuevo, lo fija en los ojos y exhala una bocanada de humo) Se equivoca Carlos. "Se puede perder un partido pero lo que no se puede perder es la dignidad por jugar bien al fútbol." Es simple. “Mi objetivo es jugar bien. Porque jugando bien, aunque hoy perdamos, a la larga vamos a ganar.”
Bilardo: ¿Sabés una cosa? Ayer escuché algo bueno,”¿Quién fue la segunda persona que pisó América después de Colón? Yo la verdad que no lo sabía" Sólo importa el triunfo: los líricos como usted, César, por esa debatible idea de jugar bien, ignoran la victoria como fin absoluto.
Menotti: No sirve de nada hablar con usted. “Quiero que mi equipo juegue con honestidad. Hay un público que paga por mirar un espectáculo y a ese público no se lo puede defraudar simulando lesiones, demorando el juego, tirando la pelota afuera, jugando a no jugar.” Es lo último que voy a decir al respecto.
(Ellos no se habían percatado, pero todo el resto estaban pendientes. Al unísono, todos se paran y empiezan a aplaudirlos. Sócrates y Best, de salida, se acercan los abrazan y se van.)
Menotti: Carlos, aquí, en frente de todos, ¿en Italia 90, los botellines de agua les echaron algo para disminuir a los jugadores brasileños en pleno partido?
(Silencio sepulcral. Todos salen a correr. El Bar Pinceladas de Fútbol cierra sus puertas.)