
En tiempos donde es evidente la falta de liderazgo en la Selección Colombia; donde no se cuenta con ese bastión que ordene, grite, pero ante todo mantenga la calma en los momentos difíciles, vale la pena exponer la historia de este jugador.
Poco conocido por las generaciones jóvenes, sería recordado por ser un líder con las suficientes capacidades futbolísticas para ser situado dentro de los mejores defensores que han pisado las canchas del balompié colombiano.
Un caballero para jugar al fútbol, un profesional dentro y fuera de las canchas, un central técnico que priorizaba salir jugando, así se puede definir al Oscar López, un jugador nacido en Medellín, pero amado posteriormente lejos de su tierra natal, más exactamente en la capital vallecaucana. Sería el Once Caldas quien le diera la oportunidad de ser profesional, apenas dos temporadas necesitó para que el Deportivo Cali se fijara en él, y lo hiciera parte de sus filas.
Allí solo éxitos lo esperarían, campeón en 1965, 1967, 1969 y 1974, siendo el eterno mariscal de la defensa verde, ese capitán que todos admiraban y respetaban, un “káiser” colombiano.
El “mariscal”, también lidero a la selección Colombia que asistió a la cita mundialista en Chile dirigida en aquel entonces por Adolfo Pedernera, siendo importante en el histórico 4-4 frente a la Union Sovietica, además estuvo bajo el mando del doctor Ochoa Uribe en el suramericano de 1963.
Hasta 1975 López vistió los colores verde y blanco del deportivo Cali, con un total de 361 partidos y 9 goles anotados, pero su gran legado, sería ese ejemplo de líder que hoy en día cuesta encontrar en cualquier equipo.
Como cualquier problema histórico, las descripciones de cualquier suceso pasado, están sujetas a la interpretación de quienes presenciaron y documentaron aquel momento. En efecto, así como no dudamos de la grandeza de gigantes como Puskas, Di Estefano y hasta Pelé, sin haberlos visto, referencias como Hernan Pelaez e Ivan Mejía, sostienen a capa y espada a Oscar López como uno de los mejores defensas centrales del fútbol colombiano, por encima de algunos con mayor recordación como Andres Escobar y el mismo Mario Yepes.
El creer en ello o no está en cada uno, sin embargo, voces dignas de ser tenidas en cuenta son, y miles de jugadores en sus años trayectoria han pasado por sus ojos críticos.
Poco conocido por las generaciones jóvenes, sería recordado por ser un líder con las suficientes capacidades futbolísticas para ser situado dentro de los mejores defensores que han pisado las canchas del balompié colombiano.
Un caballero para jugar al fútbol, un profesional dentro y fuera de las canchas, un central técnico que priorizaba salir jugando, así se puede definir al Oscar López, un jugador nacido en Medellín, pero amado posteriormente lejos de su tierra natal, más exactamente en la capital vallecaucana. Sería el Once Caldas quien le diera la oportunidad de ser profesional, apenas dos temporadas necesitó para que el Deportivo Cali se fijara en él, y lo hiciera parte de sus filas.
Allí solo éxitos lo esperarían, campeón en 1965, 1967, 1969 y 1974, siendo el eterno mariscal de la defensa verde, ese capitán que todos admiraban y respetaban, un “káiser” colombiano.
El “mariscal”, también lidero a la selección Colombia que asistió a la cita mundialista en Chile dirigida en aquel entonces por Adolfo Pedernera, siendo importante en el histórico 4-4 frente a la Union Sovietica, además estuvo bajo el mando del doctor Ochoa Uribe en el suramericano de 1963.
Hasta 1975 López vistió los colores verde y blanco del deportivo Cali, con un total de 361 partidos y 9 goles anotados, pero su gran legado, sería ese ejemplo de líder que hoy en día cuesta encontrar en cualquier equipo.
Como cualquier problema histórico, las descripciones de cualquier suceso pasado, están sujetas a la interpretación de quienes presenciaron y documentaron aquel momento. En efecto, así como no dudamos de la grandeza de gigantes como Puskas, Di Estefano y hasta Pelé, sin haberlos visto, referencias como Hernan Pelaez e Ivan Mejía, sostienen a capa y espada a Oscar López como uno de los mejores defensas centrales del fútbol colombiano, por encima de algunos con mayor recordación como Andres Escobar y el mismo Mario Yepes.
El creer en ello o no está en cada uno, sin embargo, voces dignas de ser tenidas en cuenta son, y miles de jugadores en sus años trayectoria han pasado por sus ojos críticos.