
Hoy, Gareth Bale es el último trofeo en la estantería de Florentino Pérez y su política ostentosa de los “Galácticos”.
Bueno, el Real Madrid no siempre fue el equipo ávido de estrellas internacionales y de publicidad que conocemos hoy. Con esto en mente, es pertinente recordar un equipo icónico en la historia de los merengues, cuando tenían una filosofía distinta: La Quinta del Buitre
Cualquier hincha del Real Madrid que se respete conoce esta historia que tiene un lugar privilegiado en el folclor de los merengues.
Los tiempos cambian. Hace 30 años no se hablaba de la « Masía » sino de la « Fábrica », y el productor de jóvenes talentos españoles no era el Barcelona… era el Real Madrid.
Corría el año 1983. Era un periodo fértil para las inferiores del Real. Se sabía de la existencia de varios jóvenes españoles talentosos, pero fue Julio Cesar Iglesias, periodista de Madrid, que dio las primeras pinceladas de esta leyenda al bautizarlos con un apodo que perduraría por siempre: “La Quinta del Buitre”.
Hacía referencia en primer lugar a Emilio Butragueño, promisorio delantero de la cantera blanca. Junto a él otros 4 jugadores habían captado la atención de Iglesias. Michel, extremo o centrocampista diestra de gran pegada, el mismo del episodio del Pibe años después. Martin Vásquez, centrocampista zurdo, de muy buena técnica. Manolo Sanchis, férreo defensa, un guerrero que a tan temprana edad dejaba entrever su destino a ser de los mejores defensas en la historia de España. Y por último, Miguel Pardeza, habilidoso delantero con gran olfato, pero que no contó con suerte y tuvo que emigrar al Zaragoza tras una primera temporada.
Estos cinco jugadores eran en 1982 la gran esperanza del Madridismo y una apuesta de la cantera del Real Madrid. La historia cuenta que bajo el mando de Amancio, estos jóvenes del Castilla jugaban tan bien, que con su buen fútbol obligaron a que sus partidos se jugaran en el mismísimo Bernabéu, ya que la gente exigía verlos. Tan así, que varios decían que jugaban mejor que el equipo titular de mayores.
Su progresión al primer equipo era inevitable y se dio bajo la dirección de nada más y nada menos que de Alfredo Di Stefano. Todos hicieron su debut progresivamente y se consolidaron: la Quinta del Buitre brillaba más que nunca.
Es difícil creerlo, pero un Real Madrid con casi solo españoles, la Quinta del Buitre fue decisiva en capítulos gravados en oro en la historia del Real Madrid: 2 Copas UEFA (cuando aun este trofeo gozaba de un mayor prestigio) conseguidas las dos en circunstancias dramáticas, de épicas remontadas donde la derrota parecía ineluctable. A nivel local, este Real Madrid arrasa: 5 ligas consecutivas conseguidas entre 1985 y 1990.
Un equipo temible, con Michel y Martin Vásquez por las bandas, delanteros letales como el Buitre o Hugo Sánchez y la seguridad en la defensa de Sanchis.
En el ocaso de 1990, la Quinta del Buitre se desbandó progresivamente. El primero en irse fue Martin Vásquez quién emigra al Torino. A pesar de que Michel y Sanchis van a seguir jugando, la Quinta del Buitre se acaba definitivamente en 1994 cuando Emilio Butragueño emigra a México.
Posteriormente, Manolo Sanchis logró levantar dos veces la Champions League, saldando simbólicamente una deuda pendiente de aquella legendaria Quinta del Buitre.
Hoy, muchos hinchas del Real Madrid viven anclados en el presente, de los “Galácticos”, del derroche, de los excesos, de pagar millonadas… pero no siempre fue así: hubo una época diferente, en donde la identidad de un club no se definía a través de la chequera… sino de la cantera.
Bueno, el Real Madrid no siempre fue el equipo ávido de estrellas internacionales y de publicidad que conocemos hoy. Con esto en mente, es pertinente recordar un equipo icónico en la historia de los merengues, cuando tenían una filosofía distinta: La Quinta del Buitre
Cualquier hincha del Real Madrid que se respete conoce esta historia que tiene un lugar privilegiado en el folclor de los merengues.
Los tiempos cambian. Hace 30 años no se hablaba de la « Masía » sino de la « Fábrica », y el productor de jóvenes talentos españoles no era el Barcelona… era el Real Madrid.
Corría el año 1983. Era un periodo fértil para las inferiores del Real. Se sabía de la existencia de varios jóvenes españoles talentosos, pero fue Julio Cesar Iglesias, periodista de Madrid, que dio las primeras pinceladas de esta leyenda al bautizarlos con un apodo que perduraría por siempre: “La Quinta del Buitre”.
Hacía referencia en primer lugar a Emilio Butragueño, promisorio delantero de la cantera blanca. Junto a él otros 4 jugadores habían captado la atención de Iglesias. Michel, extremo o centrocampista diestra de gran pegada, el mismo del episodio del Pibe años después. Martin Vásquez, centrocampista zurdo, de muy buena técnica. Manolo Sanchis, férreo defensa, un guerrero que a tan temprana edad dejaba entrever su destino a ser de los mejores defensas en la historia de España. Y por último, Miguel Pardeza, habilidoso delantero con gran olfato, pero que no contó con suerte y tuvo que emigrar al Zaragoza tras una primera temporada.
Estos cinco jugadores eran en 1982 la gran esperanza del Madridismo y una apuesta de la cantera del Real Madrid. La historia cuenta que bajo el mando de Amancio, estos jóvenes del Castilla jugaban tan bien, que con su buen fútbol obligaron a que sus partidos se jugaran en el mismísimo Bernabéu, ya que la gente exigía verlos. Tan así, que varios decían que jugaban mejor que el equipo titular de mayores.
Su progresión al primer equipo era inevitable y se dio bajo la dirección de nada más y nada menos que de Alfredo Di Stefano. Todos hicieron su debut progresivamente y se consolidaron: la Quinta del Buitre brillaba más que nunca.
Es difícil creerlo, pero un Real Madrid con casi solo españoles, la Quinta del Buitre fue decisiva en capítulos gravados en oro en la historia del Real Madrid: 2 Copas UEFA (cuando aun este trofeo gozaba de un mayor prestigio) conseguidas las dos en circunstancias dramáticas, de épicas remontadas donde la derrota parecía ineluctable. A nivel local, este Real Madrid arrasa: 5 ligas consecutivas conseguidas entre 1985 y 1990.
Un equipo temible, con Michel y Martin Vásquez por las bandas, delanteros letales como el Buitre o Hugo Sánchez y la seguridad en la defensa de Sanchis.
En el ocaso de 1990, la Quinta del Buitre se desbandó progresivamente. El primero en irse fue Martin Vásquez quién emigra al Torino. A pesar de que Michel y Sanchis van a seguir jugando, la Quinta del Buitre se acaba definitivamente en 1994 cuando Emilio Butragueño emigra a México.
Posteriormente, Manolo Sanchis logró levantar dos veces la Champions League, saldando simbólicamente una deuda pendiente de aquella legendaria Quinta del Buitre.
Hoy, muchos hinchas del Real Madrid viven anclados en el presente, de los “Galácticos”, del derroche, de los excesos, de pagar millonadas… pero no siempre fue así: hubo una época diferente, en donde la identidad de un club no se definía a través de la chequera… sino de la cantera.