
“¡Somos los hinchas más anarquistas, los más borrachos, los más antifascistas! Nuestro rayito revolucionario ¡Todos los fachas fuera de mi barrio!” Así define en una de sus canciones la banda Ska-P a la hinchada del Rayo Vallecano. Fundado en 1924 el Rayo es uno de los equipos más particulares de España. Es un equipo de barrio, literalmente.
Mientras los grandes equipos de España representan a comunidades autónomas enteras, como el Barcelona con Cataluña o el Bilbao con el País Vasco, el rayo está fuertemente ligado con su barrio; Vallecas, el barrio obrero de Madrid. No fue siempre un barrio, hasta 1950 fue un municipio independiente.
Con la expansión urbana que tuvo la capital española de mediados del siglo XX ésta terminó absorbiendo varios de los municipios vecinos. Pero Vallecas guarda esa identidad propia. Por eso es común que la gente se refiera al barrio como la República Independiente de Vallecas o simplemente “Vallekas”. De allí han surgido propuestas culturales como emisoras de radio, bandas de rock y estaciones de televisión que han calado no sólo en el barrio sino a nivel de todo Madrid y en algunos casos, como el de Ska-P , a nivel internacional.
El Rayo Vallecano juega sus partidos en condición de local en el Campo de Fútbol de Vallecas con capacidad para 14708 espectadores. Este estadio tiene una particularidad, no posee gradas detrás de una de las porterías, en cambio hay un muro en el que el club suele poner publicidad. Cuando el Rayo salta al campo consignas antifascistas, reivindicaciones a la clase obrera y protestas contra la mercantilización del fútbol, son frecuentemente exhibidas por los “Bukaneros” (la peña más notoria de los franjirojos): “Lucha obrera, huelga contra el capital” o “BBVA en nuestro fútbol no tenéis crédito”, son sólo dos ejemplos de ello.
Carmen Martínez es una mujer que a sus 85 años ha vivido toda su vida en Vallecas. Estaba a punto de ser desahuciada del lugar donde había vivido toda su vida. Sólo activistas había evitado que fuera sacada de su hogar. La noticia llegó hasta los oídos del entrenador rayista, Paco Jemes quien afirmó: "Nosotros no nos vamos a quedar parados y vamos a ayudar a esa señora. No sólo yo, sino el cuerpo técnico, los jugadores, todos…Estoy muy orgulloso de poder echar una mano y me gustaría ayudar a más gente, pero esto es imposible. Esta situación en particular, por ser una señora del barrio, que nos atañe, nosotros como club no podemos pasar la oportunidad de ayudar".
Y así fue, el Rayo anunció que le pagaría el alquiler a la señora Martínez mientras viva, además habilitó una “fila 0” en la que los hinchas podían comprar una especie de entrada simbólica para ayudar en esta causa. Se recaudaron 21000 euros. La señora Carmen decidió dar la mitad de este dinero a Wilfred Agbonavbare, quien fuera portero del club entre 1990 y 1996, y quien padece un cáncer severo. Al respecto afirmó que con la mitad del dinero le alcanzaba para continuar viviendo en su casa y añadió: "Todos tenemos que hacer cosas buenas...Me enteré de que estaba malo y me acordé de él. Ya he rezado por él y ojalá se ponga bueno el pobre".
Esta semana el Rayo volvió a ser noticia. Lanzó sus indumentarias para la temporada 2015/2016 bajo el lema “con los héroes anónimos”. El conjunto madrileño lucirá en su segunda equipación una franja con los colores del arcoíris, como una forma de apoyar la diversidad en todas sus formas, además donará 7 euros por cada camiseta vendida a diferentes asociaciones que defienden estas causas. La tercera equipación por su parte está atravesada por una franja de color rosado en honor a la lucha contra el cáncer. Para algunos resulta un acto demagógico por parte de las directivas del club, que no gozan de una amplia aceptación por parte de la hinchada rayista, para otros sin embargo resulta una actuación coherente con la filosofía del conjunto vallecano.
“Pequeño en lo deportivo, grande en los valores. Viva el Rayo de la clase obrera”. Esa consigna que acompaña al Rayo en su cancha parece resumir lo que es este club, con nulos triunfos deportivos y que en la actualidad, de la mano del entrenador Paco Jémes, vive su mejor momento futbolístico de la historia, permaneciendo varias temporadas consecutivas en la máxima categoría del fútbol español. Siempre coherente con su filosofía, el Rayo se ha ganado la simpatía de más de uno a nivel mundial.
Mientras los grandes equipos de España representan a comunidades autónomas enteras, como el Barcelona con Cataluña o el Bilbao con el País Vasco, el rayo está fuertemente ligado con su barrio; Vallecas, el barrio obrero de Madrid. No fue siempre un barrio, hasta 1950 fue un municipio independiente.
Con la expansión urbana que tuvo la capital española de mediados del siglo XX ésta terminó absorbiendo varios de los municipios vecinos. Pero Vallecas guarda esa identidad propia. Por eso es común que la gente se refiera al barrio como la República Independiente de Vallecas o simplemente “Vallekas”. De allí han surgido propuestas culturales como emisoras de radio, bandas de rock y estaciones de televisión que han calado no sólo en el barrio sino a nivel de todo Madrid y en algunos casos, como el de Ska-P , a nivel internacional.
El Rayo Vallecano juega sus partidos en condición de local en el Campo de Fútbol de Vallecas con capacidad para 14708 espectadores. Este estadio tiene una particularidad, no posee gradas detrás de una de las porterías, en cambio hay un muro en el que el club suele poner publicidad. Cuando el Rayo salta al campo consignas antifascistas, reivindicaciones a la clase obrera y protestas contra la mercantilización del fútbol, son frecuentemente exhibidas por los “Bukaneros” (la peña más notoria de los franjirojos): “Lucha obrera, huelga contra el capital” o “BBVA en nuestro fútbol no tenéis crédito”, son sólo dos ejemplos de ello.
Carmen Martínez es una mujer que a sus 85 años ha vivido toda su vida en Vallecas. Estaba a punto de ser desahuciada del lugar donde había vivido toda su vida. Sólo activistas había evitado que fuera sacada de su hogar. La noticia llegó hasta los oídos del entrenador rayista, Paco Jemes quien afirmó: "Nosotros no nos vamos a quedar parados y vamos a ayudar a esa señora. No sólo yo, sino el cuerpo técnico, los jugadores, todos…Estoy muy orgulloso de poder echar una mano y me gustaría ayudar a más gente, pero esto es imposible. Esta situación en particular, por ser una señora del barrio, que nos atañe, nosotros como club no podemos pasar la oportunidad de ayudar".
Y así fue, el Rayo anunció que le pagaría el alquiler a la señora Martínez mientras viva, además habilitó una “fila 0” en la que los hinchas podían comprar una especie de entrada simbólica para ayudar en esta causa. Se recaudaron 21000 euros. La señora Carmen decidió dar la mitad de este dinero a Wilfred Agbonavbare, quien fuera portero del club entre 1990 y 1996, y quien padece un cáncer severo. Al respecto afirmó que con la mitad del dinero le alcanzaba para continuar viviendo en su casa y añadió: "Todos tenemos que hacer cosas buenas...Me enteré de que estaba malo y me acordé de él. Ya he rezado por él y ojalá se ponga bueno el pobre".
Esta semana el Rayo volvió a ser noticia. Lanzó sus indumentarias para la temporada 2015/2016 bajo el lema “con los héroes anónimos”. El conjunto madrileño lucirá en su segunda equipación una franja con los colores del arcoíris, como una forma de apoyar la diversidad en todas sus formas, además donará 7 euros por cada camiseta vendida a diferentes asociaciones que defienden estas causas. La tercera equipación por su parte está atravesada por una franja de color rosado en honor a la lucha contra el cáncer. Para algunos resulta un acto demagógico por parte de las directivas del club, que no gozan de una amplia aceptación por parte de la hinchada rayista, para otros sin embargo resulta una actuación coherente con la filosofía del conjunto vallecano.
“Pequeño en lo deportivo, grande en los valores. Viva el Rayo de la clase obrera”. Esa consigna que acompaña al Rayo en su cancha parece resumir lo que es este club, con nulos triunfos deportivos y que en la actualidad, de la mano del entrenador Paco Jémes, vive su mejor momento futbolístico de la historia, permaneciendo varias temporadas consecutivas en la máxima categoría del fútbol español. Siempre coherente con su filosofía, el Rayo se ha ganado la simpatía de más de uno a nivel mundial.