
“Fue la culminación de todo lo que vivi en mis experiencias pasadas con el Parma y la Juventus. Después de estudiarlo mucho, sentí que mi sistema preferido (4-3-2-1) era una defensa de cuatro, tres centrocampistas (uno retrasado haciendo de regista a saber Pirlo) y dos mediapuntas detrás de un delantero centro.
Algunos nos criticaban que no jugábamos con extremos definidos pero eso era irrelevante en la medida en que manteníamos siempre un equilibrio en todo el campo de juego.
Con este sistema tuve éxito en el Milan y se lo debo a la enorme disponibilidad de los jugadores que supieron adaptarse como Gattuso quién nunca protestó por tener que jugar más por derecha.
(VER IMAGEN)
¿El secreto del “Arbol de Navidad”? Su flexibilidad y rápida adaptabilidad en momentos claves del partido. Cuando no teníamos el balón, defendíamos bajo un esquema de 4-4-2 que ofrece mas solidez defensiva, en particular en las bandas.
Pero cuando recuperábamos la pelota hacíamos la transición inmediata al “Arbol”, al 4-3-2-1 que nos permitía ser más ofensivos. Esta transición se hacía de manera sistematizada, limpia, los jugadores la tenían interiorizada y en cierto modo tenían que moverse siguiendo las manillas de un reloj.
- De esta manera, en modo defensivo, en un 4-4-2, Seedorf cubría la izquierda, Pirlo y Ambrosini eran los centrocampistas y Gattuso cubria la derecha, mientras que Inzaghi y Kaka eran las dos puntas.
- Pero al recuperar el balón, la fase ofensiva se desplegaba (ver imagen) y había una rotación en el sentido de las manillas de un reloj: Seedorf y Kaka se volvían mediapuntas detrás de Pipo, Ambrosini quedaba como centrocampista central por izquierda, Pirlo como Regista y Rhino como centrocampista por derecha.
Y así, el “Arbol de Navidad” se veía de nuevo configurado.
(Extracto del libro “Mi Arbol de Navidad” de Carlo Ancelotti)
Algunos nos criticaban que no jugábamos con extremos definidos pero eso era irrelevante en la medida en que manteníamos siempre un equilibrio en todo el campo de juego.
Con este sistema tuve éxito en el Milan y se lo debo a la enorme disponibilidad de los jugadores que supieron adaptarse como Gattuso quién nunca protestó por tener que jugar más por derecha.
(VER IMAGEN)
¿El secreto del “Arbol de Navidad”? Su flexibilidad y rápida adaptabilidad en momentos claves del partido. Cuando no teníamos el balón, defendíamos bajo un esquema de 4-4-2 que ofrece mas solidez defensiva, en particular en las bandas.
Pero cuando recuperábamos la pelota hacíamos la transición inmediata al “Arbol”, al 4-3-2-1 que nos permitía ser más ofensivos. Esta transición se hacía de manera sistematizada, limpia, los jugadores la tenían interiorizada y en cierto modo tenían que moverse siguiendo las manillas de un reloj.
- De esta manera, en modo defensivo, en un 4-4-2, Seedorf cubría la izquierda, Pirlo y Ambrosini eran los centrocampistas y Gattuso cubria la derecha, mientras que Inzaghi y Kaka eran las dos puntas.
- Pero al recuperar el balón, la fase ofensiva se desplegaba (ver imagen) y había una rotación en el sentido de las manillas de un reloj: Seedorf y Kaka se volvían mediapuntas detrás de Pipo, Ambrosini quedaba como centrocampista central por izquierda, Pirlo como Regista y Rhino como centrocampista por derecha.
Y así, el “Arbol de Navidad” se veía de nuevo configurado.
(Extracto del libro “Mi Arbol de Navidad” de Carlo Ancelotti)