
Seguramente muchos de nosotros tuvimos nuestra época en el fútbol de la calle en la que el mas “gordito” iba para el arco, pues por su contextura creíamos que podía abarcar más de la portería, algo así como el gigante “Borgini” de la serie supercampeones, que fue un dolor de cabeza de Oliver.
Pues bien, la historia del fútbol cuenta que en el histórico Sheffield United atajó un jugador que alcanzó los 165 kgs de peso.
Nacido en 1874, William “Fatty” Foulke, llegó a jugar con la selección inglesa y en clubes como el Chelsea y el Bradford, sin embargo el Sheffield sería su casa mas exitosa, donde logró dos F.A Cups.
Cuenta la historia que su temperamento era proporcional a su peso, una vez partió el travesaño luego de colgarse en él, desde luego, el partido tuvo que ser suspendido luego de ese suceso. En otra ocasión enfadado con su defensa resolvió nada más que abandonar su puesto en pleno partido para irse a las duchas.
En su paso por el Chelsea cuentan que llegaba una hora antes del entrenamiento para comerse el desayuno de sus compañeros. Un vez en un partido tenia un saco similar al del equipo rival, tuvieron que darle un sábana blanca amarrada con una faja para jugar, al final entrego la sabana igual de blanca, nunca toco el piso, “estaba muy limpia, era una pena ensuciarla” dijo al terminar el encuentro este “grande” de 2.05 mts de altura.
En esta ocasión las viejeras no reseñan a un virtuoso, destacan a un grande real que lo dio todo por su equipo, en 1916 murió victima de una cirrosis, pero toda la afición nunca olvido al “Fatty” Foulke, de allí se relaciona el famoso cántico que se escucha hoy en día en las canchas inglesas, “Who ate all the pies? (¿Quién se comió todos los pasteles?)
Pues bien, la historia del fútbol cuenta que en el histórico Sheffield United atajó un jugador que alcanzó los 165 kgs de peso.
Nacido en 1874, William “Fatty” Foulke, llegó a jugar con la selección inglesa y en clubes como el Chelsea y el Bradford, sin embargo el Sheffield sería su casa mas exitosa, donde logró dos F.A Cups.
Cuenta la historia que su temperamento era proporcional a su peso, una vez partió el travesaño luego de colgarse en él, desde luego, el partido tuvo que ser suspendido luego de ese suceso. En otra ocasión enfadado con su defensa resolvió nada más que abandonar su puesto en pleno partido para irse a las duchas.
En su paso por el Chelsea cuentan que llegaba una hora antes del entrenamiento para comerse el desayuno de sus compañeros. Un vez en un partido tenia un saco similar al del equipo rival, tuvieron que darle un sábana blanca amarrada con una faja para jugar, al final entrego la sabana igual de blanca, nunca toco el piso, “estaba muy limpia, era una pena ensuciarla” dijo al terminar el encuentro este “grande” de 2.05 mts de altura.
En esta ocasión las viejeras no reseñan a un virtuoso, destacan a un grande real que lo dio todo por su equipo, en 1916 murió victima de una cirrosis, pero toda la afición nunca olvido al “Fatty” Foulke, de allí se relaciona el famoso cántico que se escucha hoy en día en las canchas inglesas, “Who ate all the pies? (¿Quién se comió todos los pasteles?)